Toni Abadía y Carlos Mayo han firmado un invierno espectacular y se han convertido en las esperanzas blancas de un sector nacional repleto de atletas nacionalizados. Ayad Lamdassem, Alemayehu Bezabeh, Mohamed Marhum o Ilias Fifa luchan por los primeros puestos de las pruebas nacionales de fondo, pero este año los dos zaragozanos han podido con los marroquís en varias de ellas. El colofón fue el Nacional de cross en Alcobendas donde Mayo dio una soberana exhibición en promesa y Abadía está pendiente de ganar el título absoluto tras realizarle un control positivo de EPO a Mohamed Marhum, el ganador oficial.

Ambos se han convertido en la gran atracción del atletismo español durante este invierno. Su último éxito fue el doblete Nacional de 10.000 en pista logrado hace una semana en Huelva. "El público cada vez empatiza más con los españoles que no con un africano nacionalizado. Ellos tienen más condiciones para correr y el aficionado valora más nuestro esfuerzo. No son invencibles, hay que plantarles cara, no autoflagelarse, pelear e intentar ganarles", afirma Abadía.

A Mayo algunos ya le llaman el keniano español. "Los ultimos años hemos vivido un atletismo con nacionalizados, pero Toni demuestra que puede ganarles. Marhum ganó el Nacional dopado y Toni ha vencido a Bezabeh en bastantes crosses", explica Carlos Mayo.

Mayo tiene 19 años y Abadía 24. Cada vez se acortan más las distancias entre ambos. "El relevo general llegará tarde o temprano. Pero si me tiene que ganar alguien, que sea Carlos. Le he dicho que no va a ser un camino de rosas y que venderé cara mi piel". Mayo ha aprendido mucho entrenándose con Abadía. "Lo que más me gustaría tener de Toni es el esfuerzo y la regularidad que ha mantenido todos los años en el atletismo".

El del Simply Scorpio es un fondista al que no se le vislumbra su techo. "Es un atleta que rompe todos los pronósticos. No hago ningún tipo de predicción porque me dejará mal de todas todas. Es el presente-futuro del atletismo español. Está llamado a hacer grandes cosas", dice Abadía, que también le ve algún defectillo. "A veces es una persona muy impulsiva, aunque yo también lo soy. Pero José Luis Mareca, nuestro entrenador, es el Santo Job y es el que nos tira de las orejas cuando tenemos el momento de arrebato en los entrenamientos. Hay que tener calma y no intentar ser campeón del mundo todos los días", explica Abadía.

Este invierno Toni ha competido menos veces que nunca. Han sido ocho pruebas de campo a través y la San Silvestre Vallecana, con los mejores resultados de su vida. "Este invierno he entrenado mucho más con Carlos. Los entrenamientos han sido al mismo ritmo y te ayudan a llegar más fresco a la competición psicológicamente". De sus nueve competiciones no duda en quedarse con Atapuerca. "Llegué muy bien con unos entrenamientos increíbles y corrí bien tácticamente". Mayo se queda con su exhibición de Alcobendas. "La carrera que más he disfrutado fue el Campeonato de España de cross. Me iban las piernas mejor que nunca y en carrera llegué a meta con la sensación de no haber competido".