La segunda jornada de la Champions Basketball League lleva al Casademont Zaragoza a orillas del Bósforo, en Estambul, para disputar uno de los encuentros más interesantes de esta fase de grupos. Aunque Porfirio Fisac huya de protagonismos, y haga bien en no dejarse distraer por cantos de sirena, lo cierto es que Besiktas y Casademont son a priori los dos equipos más fuertes del grupo y ganar en Turquía sería para los aragoneses todo un golpe sobre la mesa. El objetivo es entrar entre los cuatro primeros y cuanto más arriba en la clasificación, mejor. La cita es este martes a partir de las 18.00 horas en el Besiktas Arena.

El Casademont viaja pero con la intención de aplicar fuera el espíritu que muestra en casa. No ha sido nada malo su balance lejos del Príncipe Felipe en estos primeros compases de la competición, pero salvo en Canarias en la primera jornada de Liga, el resto de sus actuaciones ha dejado bastante que desear. Mal estreno tuvo el equipo aragonés en Bonn hace una semana, donde no tuvo ni energía para defender ni lucidez para atacar. Todo lo contrario que el pasado sábado ante el Bilbao. Una de las virtudes del equipo de Fisac el pasado curso fue esa capacidad para competir igual fuera que en casa y necesitará buena parte de eso si quiere llegar lejos en Europa.

Todo lo contrario fue el estreno del Besiktas. El equipo de Dusko Ivanovic se estrenó ganando en Salónica al PAOK por 60-69 en un gran arreón final tras un encuentro bastante igualado. Esos triunfos lejos de casa son los que marcarán la clasificación final. El conjunto de Dusko Ivanovic solo estuvo por delante nueve minutos, pero supo llegar al final con opciones y llevarse el duelo. El Casademont no estuvo nunca en ventaja, ni siquiera en disposición de intentar ganar. En la comparación estadística solo hay un apartado en el que el equipo aragonés es claramente superior, en los puntos que llegan desde el banquillo (12 de los turcos por los 29 aragoneses), una de las bazas que en teoría hacen mejor a este Casademont que al de la temporada pasada.

El Besiktas es un equipo bastante europeo o, por decirlo con más precisión, muy típico de las competiciones europeas. En su cinco inicial aparecen hasta tres norteamericanos y un cuarto juega la mitad del partido. El equipo de Ivanovic es séptimo en la Liga turca con dos victorias y dos derrotas. El sábado se impuso en casa al Bandirma por 97-82 y su otro triunfo lo logró a domicilio en la primera jornada en la pista del Bahçesehir Koleji. En casa fue superado por el Efes, que solo ha ganado ese encuentro. Aunque sin duda una de las estrellas del Besiktas es su entrenador, Dusko Ivanovic. A sus 62 años, esta leyenda de la antigua Yugoslavia afronta su segunda temporada en el banquillo de Estambul tras una dilatada carrera por media Europa. En España empezó en el Valvi Girona, pero se recuerdan sobre todo sus etapas tanto en el Baskonia como en el Barcelona.

SIN SEIBUTIS / El equipo aragonés se ha desplazado a Turquía con la expedición habitual, los mismos doce jugadores que han disputado todos los partidos hasta ahora. Se queda en casa un día más Renaldas Seibutis, quien ya avanza en su recuperación. El sábado se le pudo ver por primera vez en el Príncipe Felipe. Aunque el lituano es, y debería ser, un jugador importante en el equipo, el Casademont ha demostrado ser capaz de lo mejor y de lo peor sin él.

Sin él tiene también recursos suficientes como para plantar cara a cualquiera, aunque para eso, ya lo ha comprobado en sus propias carnes, necesita la mejor versión de sí mismo durante el mayor tiempo posible. Además, ya anunció el sábado Porfirio Fisac que no ha modificado ni un ápice su intención con respecto a las rotaciones. Insiste el técnico en que tiene una plantilla de 13 jugadores (12 sin Seibutis) y que va a utilizarlos a todos. Sin duda que tener dos competiciones supone una gran oportunidad para dar minutos a los más jóvenes y que pronto sean más que jugadores útiles. La dificultad está en encontrar el equilibrio entre eso y que el equipo compita y gane, también fuera de casa.