Tiene el partido de hoy ante el Recreativo un aire de final aún mayor que el que habitualmente destilan los encuentros de este irregular, triste y pobre Real Zaragoza. En Huelva, tras otra semana donde Paco Herrera tiene razones para quejarse, o para suspirar de alivio, por hablar de muchísimas cosas menos de fútbol, está, quizá, la última oportunidad de agarrarse a un tren del ascenso directo que ya se ha escapado mucho, a nueve puntos, y que se iría más, porque el Recreativo pasaría a tener 12 puntos más con solo 14 jornadas por disputar si hoy supera al conjunto aragonés. Esa derrota, además, haría tambalearse de forma definitiva la posición de debilidad de Paco Herrera, que ya vivió en el filo en noviembre y que ahora otra vez se sabe y se siente cerca del despido.

Entonces, con aquel 3-0 en Jaén que cerró tres derrotas seguidas y cinco jornadas sin ganar, las apreturas económicas y la falta de acuerdo en el sustituto le salvaron. Ahora, la situación económica es igual de precaria, aunque los despidos de Paredes y Movilla han podido hacer más hueco. Son, en todo caso, conjeturas, porque es imposible asegurar en esta SAD que tiene como propietario al imputado Agapito Iglesias y como gestor a García Pitarch que la derrota en Huelva supondría el fin de ciclo para Herrera.

Pero si se puede decir que el quinto partido sin vencer dejaría al entrenador sin nada de crédito, que tiene ya muy poco, aunque lo cierto es que para Pitarch y Moisés nunca tuvo demasiado. Y aún menos si la imagen vuelve a ser tan triste como en las citas recientes. Entonces, el punto, más que probablemente, sería de no retorno para que Emilio Larraz, actual técnico del filial, pasara a ser el gran candidato para el relevo. Es tiempo de crisis y eso convierte a la alternativa más barata en la más factible.

UN PUNTO DE 12 El técnico, víctima sin duda del caos del club, no ha logrado un Zaragoza convincente casi en ningún momento del curso, excepción hecha del mes de enero, donde su equipo fue el mejor. En febrero, con un punto de 12 posibles y cuatro partidos sin ganar, ha pasado a ser el peor, señal clara de la falta de consistencia. En cualquier tesitura normal, el entrenador catalán, que maneja en el Zaragoza el segundo presupuesto de la categoría, estaría hace días fuera de ese banquillo, más cuando parece superado por la amorfa realidad que rodea a la entidad. Pero si algo no es el Zaragoza de Agapito Iglesias es un club normal y lógico.

La promoción de ascenso está a solo un punto, pero el terrorífico descenso se ve hacia abajo a solo cinco y el ascenso directo anda ahora a nueve, con los 46 que tiene el Recre. En ese cruce de caminos que vive el Zaragoza, la estación terminal parece ser el Colombino. Pase lo que pase hoy, el panorama se aclarará para bien o mal en esta Segunda tan mediocre que tanta vida le ha dado al cuadro aragonés.

En Huelva se presenta el Zaragoza con algunas bajas --Barkero o Henríquez-- que se notan en una plantilla escasa, mucho más tras cortar por lo sano Pitarch en las situaciones de Movilla y de Paredes, despedidos el martes para que el foco semanal se desviara de nuevo hacia otro lado, para girar ayer hacia los juzgados y a Agapito Iglesias. Si el despido era la única solución, debió llegar antes y con mejores formas, claro, porque este Zaragoza hace tiempo que las perdió por completo. Al menos recupera Herrera a Cortés, superado el susto de una recaída, y a Acevedo, que regresarán al once, como también Roger y probablemente Cidoncha para que el sistema vuelva al 4-1-3-2 que dio buen resultado en su día.

El caso es que el equipo de Herrera es algo más consistente a domicilio. Lleva 18 puntos, es el sexto mejor de Segunda, y solo ha perdido en una de sus últimas cuatro salidas. Buenos datos, claro. Pero los hay mucho peores. Por ejemplo, los dos goles que ha metido en las últimas seis jornadas, ambos desde la estrategia, y ahora con Henríquez baja para un mes por lesión.

UN RECRE DE CRECIDA El Recre se ha recuperado en febrero, con un pleno de cuatro victorias, sufridas, pero victorias al fin y al cabo, de la crisis anterior que vivió, con siete jornadas sin ganar. Con una mayor fortaleza defensiva, se ha vuelto a enganchar al tren del ascenso directo el equipo de Sergi Barjuán, el segundo que más goles marca en la categoría, con 42 dianas, faceta donde Linares es el Pichichi, con nueve. El exzaragocista ya hizo diana en La Romareda, evidencia de que no hay peor cuña que la de la propia madera. Anda el Recre ahora con moral y con ganas de no volver a caer en la irregularidad. De ahí no se ha movido el Zaragoza en todo el curso. Por eso en el Colombino se juega mucho más que tres puntos.