El estadio de La Romareda se podría desalojar perfectamente en un periodo de tiempo comprendido entre diez y quince minutos en el caso de que se produjera una situación similar a la vivida el pasado domingo en el Santiago Bernabéu, donde el público se vio obligado a abandonar el recinto deportivo del Real Madrid con urgencia ante la amenaza de bomba que se resgistró durante el encuentro entre el conjunto madridista y la Real Sociedad. El campo del Madrid, donde habían acudido 75.000 aficionados de los que 80.000 que caben, se pudo vaciar completamente en algo más de diez minutos. La Romareda tiene una capacidad para 34.000 personas.

La mayor ventaja del estadio municipal zaragozano, en el caso de una emergencia de cualquier tipo, como un incendio o un derrumbamiento, es que las salidas de todos sus vomitorios van a parar enfrente de las puertas que permiten abandonar el estadio. Todas las puertas se abren hacia afuera para facilitar la salida de la gente. "Cualquier localidad se encuentra cerca de la calle y eso siempre facilitaría las maniobras a realizar si se tuviera que producir un desalojo", afirma Francisco Checa, secretario general del Zaragoza, quien añade: "En un periodo de unos diez minutos se podría vaciar el campo". La Romareda se encuentra rodeada por un anillo circular desde donde se accede a cada una de las distintas zonas de asientos del campo. Además también se puede salir de la instalación deportiva a través de la rampa de vestuarios y de los garajes que existen en la zona del paseo de Isabel La Católica.

TORNOS Y FOSOS El estadio de La Romareda, como todos los que existen en España en Primera División, cuenta con su propio plan de emergencia y evacuación. En este plan quedan perfectamente reflejadas las misiones que deben realizar todos los miembros de la fuerzas del orden y las personas del club que participan en la organización de cualquier partido si se produce una emergencia. En el año 1992, coincidiendo con los Juegos Olímpicos de Barcelona, de los que Zaragoza era una de las subsedes del torneo de fútbol, la policía hizo un simulacro teórico de desalojo.

Los mayores inconvenientes de La Romareda en el caso de un desalojo son los fosos que rodean el terreno de juego y que complicarían a la gente la posibilidad de acceder al mismo, como sucedió en el Santiago Bernabéu, si se produjera una emergencia; y los tornos, aunque en este caso son retirados a los pocos instantes de iniciarse los encuentros. Los tornos, para facilitar las cosas, deberían ser abatibles y no lo son.