Los estadounidenses Jason Robinson y Marcus Landry, una vez resueltos sus problemas burocráticos, se incorporaron ayer a la disciplina del CAI. Conocieron a sus compañeros por primera vez y se ejercitaron a las órdenes de Joaquín Ruiz Lorente, el entrenador. Los dos fueron unánimes en su vaticinio de la temporada. "Este CAI pinta muy bien", aseguraron ambos. Tanto Robinson (Tacoma, 1980), alero, como Landry (Milwaukee, 1985), ala-pívot, cuentan con experiencia en la Liga ACB, sobre todo el primero, que ha pasado por tres equipos, el último el Gipuzkoa Basket con el que fue el segundo mejor anotador de la competición. "La plantilla me parece increíble. Me encanta la pinta que tiene jugador por jugador. Ahora es cuestión de juntarnos todos y acoplarnos como grupo, pero creo que va a ser muy bueno. Personalmente no me he marcado grandes objetivos, sino conectar con el resto y formar un gran ambiente en el vestuario", esgrimió.

En la misma dirección se manifestó su compatriota, un cuatro muy polivalente. "Soy uno de esos jugadores que juega allá donde le dice el entrenador. Este CAI es un muy buen equipo, conozco a muchos de los jugadores. Jugué con Joan (Sastre) el año pasado y también a la leyenda, como yo la llamo", bromeó refiriéndose a Llompart.

Jason Robinson explicó por qué se decantó por la oferta del conjunto aragonés. "El CAI tiene una gran historia y siempre que he jugado aquí ha estado en lo más alto, compitiendo al más alto nivel. Además he hablado con algunos amigos que han jugado en Zaragoza como Darren Phillip --desveló-- y me dijo que era un grandísimo club, muy profesional y voy a disfrutar de la experiencia", aseguró. Lucirá el dorsal 20 y su rol cambiará con respecto al que tenía en San Sebastián, absolutamente principal. "No es problema. Ser un jugador de equipo es de lo que puedo estar orgulloso. El año pasado en el Gipuzkoa fue una gran oportunidad para demostrar mi talento en otro nivel, pero ahora estoy contento por poder jugar con otros grandes jugadores a mi alrededor", finalizó.

Landry ocupará el lugar dejado por Jones, al que el club no pudo renovar por sus pretensiones económicas. "El año pasado en el Cajasol me sirvió para adaptarme plenamente a la Liga y la verdad es que el equipo del CAI pinta muy bien. Viendo el plantel creo que podemos hacerlo realmente bien y llegar muy lejos", afirmó. Ya solo falta Goulding, que disputará el Mundial, para incorporarse al equipo.