No pudo ser. A pesar de que las perspectivas volvían a ser favorables para ella, Esther Briz no pudo revalidar ayer el título de campeona mundial júnior de remo. La aragonesa, que pertenece a la disciplina del Centro Natación Helios, solamente pudo concluir en la sexta posición la final disputada en la localidad checa de Racice. La pasada campaña, Briz se había proclamado campeona del mundo al imponerse en la prueba de scull individual en Trakai (Lituania). La zaragozana venció entonces con un tiempo de 7:58.72. La segunda posición fue para la sudafricana Megan Hancock (7:59.700) y la medalla de bronce para la francesa Margaux Bailleul (8:02.540).

La deportista aragonesa, vigente campeona mundial y europea júnior, había viajado hasta la República Checa con la máxima ambición y había realizado unas series clasificatorias inmaculadas, imponiéndose en sus series hasta las semifinales. Ayer, a pesar de que empezó la prueba en cabeza y la lideró durante los primeros 800 metros, terminó desfondada y última.

Briz salió a por todas, con mucha energía y determinación, pasó en la primera plaza los primeros 500 metros, con la rumana Tabita Maftei, segunda, y la argentina María Sol Ordás, tercera. A la altura de los mil metros, la rumana, ganadora final, llevaba un ritmo alto que le permitió ponerse en cabeza, aunque todo estaba en el aire.

Sin embargo, Esther Briz explotó y se quedó completamente sin fuerzas. Continuó dejándose tiempo con sus rivales al paso por el 1.500 (en ese momento siete segundos sobre la cabeza de carrera). Así hasta la conclusión. La prometedora aragonesa cruzó la meta exhausta y a más de 21 segundos de la campeona.