Todo se fue al traste en apenas tres minutos. Menos de 200 segundos bastaron al Zaragoza para perder algo más que tres puntos en la vuelta al fútbol tras el largo paréntesis como consecuencia de la pandemia. En ese corto espacio de tiempo, al equipo aragonés le dio tiempo a sumirse en un desquiciamiento colectivo que le costó el partido y sufrir la peor derrota de la temporada en casa. Fue el peor regreso posible. Una jornada negra que acaba con una racha de diez encuentros seguidos sin perder y que reduce a dos puntos la ventaja con el tercero.

En ese puñado de segundos en el último cuarto del choque, el Zaragoza encajó dos goles como consecuencia de sendos errores defensivos. Aunque el más grave fue el primero. Otra vez, de Atienza, que, como en Miranda de Ebro, entregó el balón al rival siendo el último hombre. El imperdonable fallo fue aprovechado por Fran Sandaza, que acababa de entrar al campo, para entregar el gol en bandeja a Stoichkov. La jugada se repetiría, para colmo, apenas un par de minutos más tarde. Esta vez fue El Yamiq el que pecó de exceso de confianza ante Sandaza, que volvió a asistir a su compañero de vanguardia para acabar con un Zaragoza que, ya con el embudo en la cabeza, se abandonó.

Nadie se libró del trastorno. Ni siquiera Cristian, que tomó en brazos fuera del área una cesión de El Yamiq. La roja al portero y el posterior gol de Sandaza no fueron sino la rúbrica en un certificado de defunción que llevaba tiempo redactado. El postrero tanto de Linares fue puro maquillaje.

Hasta que se volvió loco, el Zaragoza fue, al menos, reconocible. Para el regreso, Víctor tiró de manual, aunque con la inesperada ausencia de Puado, al que el entrenador prefirió dejar en el banquillo después de que el catalán sufriera molestias musculares en los últimos entrenamientos. Kagawa, otra vez intrascendente, fue el elegido como acompañante más cercano de Suárez. Tampoco quiso arriesgar el técnico en la elección del sustituto del lesionado Vigaray. O sí. Porque, de nuevo, Víctor optó por recolocar a un futbolista antes que mirar abajo. Si en Gijón el reubicado fue Guti, anoche fue Guitián, que, amonestado ya en el primer tramo del choque, hizo lo que pudo.

Por el Alcorcón no pasó el tiempo. Tres meses después, el cuadro alfarero se plantó en La Romareda con la misma sólida armadura que viene luciendo toda la temporada cuando sale de casa y que le ha llevado a ser el único equipo de Europa que todavía no conoce la derrota a domicilio. A base de orden, equilibrio y solidaridad, el conjunto madrileño advirtió pronto a su poderoso rival de que iba a sudar tinta para ganar el pulso. Su plan era el de siempre: correr, esperar y explotar el error ajeno. A punto estuvo de hacerlo Stoichkov antes de los diez minutos pero su intento lejano, tras interceptar un mal pase de Atienza, acabó manso en los guantes de Cristian.

Pero la ocasión más clara del primer periodo la desaprovechó Guitián apenas un par de minutos más tarde. El periscopio de Eguaras atisbó al cántabro, que sorprendía desde el segundo palo, pero el improvisado lateral no conectó bien a apenas un metro de Dani Jiménez y mandó al limbo la gran oportunidad de abrir el marcador y al Alcorcón.

Fran Fernández ordenaba dos contra uno a Guitián. La consigna perseguía explotar la debilidad del adversario por un costado en el que no solo sufría en defensa sino que carecía de profundidad ofensiva. Con ese flanco prácticamente inhabilitado, el Zaragoza apelaba a las diagonales de Soro y al buen trabajo de Eguaras, Guti y James en la medular, pero los aragoneses se topaban de bruces con la consistencia de un Alcorcón experto en construir laberintos y al que Kagawa casi siempre miró de reojo. El japonés, muy lejos de todo, apenas se acercó una vez a las inmediaciones de Dani Jiménez. Fue a la media hora, cuando un pase suyo a Suárez no fue aprovechado por el colombiano, que estrelló su disparo en Laure.

Víctor, otra vez, dejó al nipón en la caseta al descanso y recurrió a Álex Blanco en busca de desborde, profundidad y verticalidad. Pero ubicó al levantino a banda cambiada, quizá para tener entretenidos a Bellvís y Mula y, de ese modo, proteger al amonestado Guitián. Solo al Alcorcón le pareció buena idea. Cómodo y paciente, el cuadro de Fran Fernández parecía tener el partido donde quería aunque Nieto le dio un buen susto al cabecear al larguero un saque de esquina botado por Eguaras.

Con las dos líneas de cuatro bien juntas y sin apenas resquicios para el oponente, el técnico visitante refrescó a los suyos con un doble cambio al que respondió poco después Víctor dando entrada a Burgui por un desafortunado Soro. Ni rastro de Puado.

Dos intentos de Álex Blanco con escasa convicción fueron lo único reseñable de un cansado Zaragoza antes de que Fran Sandaza irrumpiera en escena. El veterano delantero, que relevó a Ernesto a falta de veinte minutos para la conclusión, acabó él solo con el enemigo. Aunque, en realidad, fue el propio Zaragoza el que apretó el gatillo. Un error tan grueso como el cometido por Atienza se paga con la vida ante un rival que basa su existencia en explotar cualquier descuido. En apenas unos minutos, el Zaragoza yacía inerte sobre el césped sin apenas haberse percatado de que había caído.

Sin tiempo para la redención, otro despiste de El Yamiq, hasta entonces imperial, consumó el desastre. A partir de entonces todo fue a peor. El desconcierto generalizado afectó a todos. Dentro y fuera del rectángulo. Incluso Cristian, adalid de la cordura, perdió la razón. Todo estaba perdido. Al Zaragoza le urge recuperar el sentido.

R. Zaragoza: Cristian Álvarez; Guitián (Zapater, m.78), Atienza, El Yamiq, Nieto; Soro (Burgui, m.67), Eguaras, Raúl Guti, Igbekeme (Linares, m.77); Kagawa (Alex Blanco, min.46) y Luis Suárez (Ratón, m.79).

A.D. Alcorcón: Dani Jiménez; Laure, David Fernández, Diéguez; Mula, Luis Perea (Aguilera, m.87), Dorca (Reko, m.57), Ernesto (Sandaza, m.70), Bellvís; Stoichkov (Sosa, m.87) y Dani Romera (Myakushko, m.57).

Goles: 0-1. m.71. Stoichkov; 0-2. m.73. Stoichkov; 0-3. m.84. Sandaza; 1-3. m.93. Linares.

Árbitro: Pulido Santana (Comité de Las Palmas). Expulsó con roja directa al portero local Cristian Alvarez (m.77). Amonestó con tarjeta amarilla al local Guitián (m.12) y al visitante Dorca (m.36).

Incidencias: partido correspondiente a la jornada 32 de la Liga SmartBank disputado en el estadio de La Romareda. Se guardó un minuto de silencio por la víctimas del coronavirus.