Pasó de ser un actor inesperado a uno con papel principal y protagonista. Christian Rivera arribó al Huesca gracias a un cúmulo de infortunios y de malos resultados y fuera del periodo habilitado para fichar jugadores. Vino para ayudar y aportar en un centro del campo mermado y se ha convertido en un futbolista capital para los azulgranas.

Todos reman en la dirección de la salvación y quedan diez partidos que, aunque suene a tópico, son auténticas finales, porque el margen de error es una línea demasiado delgada por los siete puntos de desventaja que tienen los altoaragoneses con respecto al Villarreal y el Real Valladolid.

Pero el asturiano también mira al futuro y, aunque no depende completamente de él porque está cedido por Las Palmas y tiene contrato hasta el 30 de junio del 2022, reconoció ayer que está muy contento en el equipo oscense: «Estaba en Segunda y estoy a gusto aquí jugando en Primera. Veo lejano todavía pensar en seguir el curso que viene, pero estoy muy a gusto en Huesca, con el club, los compañeros y el entrenador, que ojalá se quede», comentó Rivera.

Con el equipo amarillo había jugado solamente tres partidos de Liga y uno de Copa del Rey. Luisinho se lesionó del ligamento cruzado anterior y el Huesca necesitaba urgentemente a un lateral zurdo, pero no encontró la entidad en el mercado a ningún jugador del agrado del club por las dificultades del mercado. A ello se sumó la mala racha de resultados y de juego y que los parches de Pulido y Akapo funcionaron. Sin alardes, pero cumplieron. Así que el club se lanzó a por un centrocampista que se ha acabado adueñando de la medular oscense a base de grandes partidos y goles.

SIN EXCUSAS

Regresó ante el Alavés tras su fractura de codo contra el Espanyol y de perderse dos encuentros completos, lo cual no se esperaba ya que creía «que iba a ser más grave» tras haber tenido que ser operado. Ahora, estas dos semanas «para preparar el partido contra el Real Madrid» reconoce que al equipo le van a venir bien «para trabajar y recuperar gente, que lo necesitamos». Y aunque no las quiso poner de excusa, sí que confesó que las bajas y los percances les están perjudicando «tanto en los entrenamientos como en los partidos».

Sobre lo que se le viene encima a la Sociedad Deportiva Huesca, que son diez jornadas para recortar siete puntos y no volver a Segunda División tras un año en la élite, Christian Rivera se mostró cauto y, de momento, aunque sabe que está difícil, no quiere pensar en los números: «Es temprano para hacer cuentas, tenemos que seguir trabajando como lo estamos haciendo. Estamos a siete puntos de la salvación y hace unas semanas a once. Tenemos que pensar en nosotros», dijo. Eso sí, la parte negativa es que hace dos semanas la diferencia era de tan solo tres puntos.

El asturiano tampoco quiere mirar hacia el próximo rival, el Real Madrid. Solo mirarse a sí mismos. «Estas semanas atrás estaban muy mal para lo que es el Real Madrid, hay que aprovecharlo y trabajar sin pensar en ellos», resaltó el medio.

Hoy el equipo altoaragonés se ejercitará a las 11.00 horas y a puerta abierta para seguir preparando el choque ante el conjunto blanco en el IFPE Montearagón y trabajará hasta el sábado, primer día en el que guardará fiesta la plantilla debido al parón por la disputa de partidos de las selecciones nacionales.