Pase lo que pase, de Jonathan Barreiro siempre puede destacarse su trabajo, su implicación en defensa, su entrega al equipo, cosas que se ven pero que no reflejan las estadísticas. Su paso al cuatro sirvió para que hiciera del rebote otra de sus principales armas. Pero es que ahora también anota a un nivel extraordinario, asiste y produce prácticamente en cada acción. El gallego acumula cinco partidos consecutivos con más de 15 puntos anotados y más de 20 créditos de valoración.

Frente al Bilbao batió sus registros en la Liga Endesa en ambas facetas: sumó 22 puntos y acabó con 26 de valoración. Y todo eso, en tan solo 17.14 minutos. Eso significa que cada minuto que estuvo en pista hizo 1,3 puntos y 1,53 de valoración, lo que es una barbaridad. Además, sumó 8 rebotes y mostró una carta de tiro envidiable con 6/8 en tiros de dos, 3/4 en triples y 1/1 en tiros libres.

Unos números que hablan de la confianza con la que está jugando Barreiro, tanto si le toca ser titular como si sale desde el banquillo, como sucedió en Bilbao. El gallego se ha convertido en un jugador imprescindible, de esos que cualquiera querría tener en su equipo, porque, además, continúa progresando, creciendo cada temporada. En esta, sobre todo en las últimas semanas está mejorando su lanzamiento, aumentando sus porcentajes. Este curso promedia un 37,3% en tiros de tres, su mejor acierto en sus cinco campañas en Zaragoza. Un porcentaje que le sitúa como el mejor de los actuales jugadores de la plantilla del Casademont.

En los 19 partidos de Liga Endesa, Barreiro promedia 0,45 puntos y 0,5 de valoración por minuto, lo que implica que siempre que está en pista, está produciendo algo para el equipo. Porque aún hay más. No solo rebotea y anota más que nunca. Es que también asiste (repartió cinco ante Baskonia y Fuenlabrada) y con tanta actividad ofensiva es también objeto de un mayor número de faltas por parte de los rivales.

Con la llegada de Elias Harris, además, se ha equilibrado mejor el puesto de cuatro. Lo destacó Sergio Hernández en la previa ante el Bilbao Basket, que disponer de una plantilla larga era útil si, como en este caso, los cambios no mermaban las capacidades del equipo. «Tener un plantel largo como tenemos te da la posibilidad de no desgastar físicamente a tus propios jugadores y que cuando el equipo haga la rotación no sufra en intensidad ni calidad. Está bueno tener mucha cantidad de jugadores pero mejor está en saber usarlos», dijo el técnico.

Jonathan Barreiro ha sido siempre una de las grandes promesas de su generación, un jugador marcado a hacer cosas grandes. Una grave lesión frenó su progreso desde su Cerceda natal pasando por el Real Madrid. El Basket Zaragoza apostó por él en el verano del 2016, todavía con 19 años, firmándole cuatro temporadas. El verano pasado renovó por tres más. Su explosión se ha producido en estos dos últimos años, empujada por la decisión de Fisac de convertirlo de alero a ala-pívot. Desde el cuatro ha firmado sus mejores actuaciones, se ha consolidado como jugador importante del equipo y se le han abierto las puertas de la selección absoluta, después de haber completado el ciclo en las categorías inferiores.

Barreiro es ahora una de las estrellas del Casademont Zaragoza, uno de los jugadores que más brilla. Trabajando desde el primer día, ganándose a pulso cada minuto, atraviesa, además, un momento dulce de acierto que le está llevando a un nuevo nivel. Siempre hacia arriba.