Daniel Osanz es una estrella que llega con fuerza a las carreras por montaña. El deportista de Zenit Twinner La Mafia, de 20 años, logró la pasada semana el mayor de los triunfos en su corta carrera. Hizo doblete en la Transvulcania, una prueba de la Copa del Mundo que se celebra en la isla de La Palma. El primer día se impuso en el kilómetro vertical y a continuación fue el segundo de la carrera en línea. El altoaragonés sigue progresando tras los tres oros logrados el año pasado en los Mundiales júnior de carreras por montaña disputados en el Gran Sasso de Italia.

El jacetano no cabía de gozo tras la carrera isleña puesto que no se barajaba su nombre entre los favoritos. «Es la mejor del mundo junto a Zegama y el Tour de Mont Blanc. Lo hice mucho mejor de lo esperado, aunque soñaba con un podio, pero para nada ganar. En el kilómetro vertical esperaba estar entre los cinco primeros y en la carrera en línea, parecido. Había muchísimo nivel y yo llevaba el dorsal 19. Había trabajado muchas horas con mi técnico, Jesús Romero, pero para nada pensaba ganar a atletas de tanta calidad», dice.

Llegaba en uno de los mejores momentos de su vida. «Aún no estoy a tope esta temporada. Pero para estar en mayo, llegaba en muy buena forma y lo preparamos súper bien», explica. Era la primera vez que Osanz disputaba la Transvulcania. «Era el primer año que estaba invitado por la organización. Me llevé un premio en metálico y estoy contento de ganar algo. Lo invertiré en mis estudios universitarios de tercero de Medicina que es donde más gasto tengo».

Falta de ayudas

El atleta-montañero confiesa que los deportistas de élite deberían tener más ayudas de los centros donde estudian. «Es muy complicado entrenar 20 horas a la semana y estudiar a la vez. Debería colaborar más con nosotros la Universidad de Zaragoza. No nos ayuda nada. Tenemos que hacer las mismas prácticas que los demás y ponen muchos problemas para cambiar los exámenes», indica.

El kilómetro vertical tenía 7.600 metros de longitud y 1.200 de desnivel. «Era atípico al tener más distancia y más desnivel de lo normal. Pero era menos inclinado que otras carreras. Tenía una primera parte dura, una segunda que suavizaba y después volvía a endurecerse. El circuito estaba lleno de gente y se hacía bien. La clave era concentrarse en el ritmo para que no te calentara la afición. Llegaría a superar las 200 pulsaciones y la media en la subida sería de 185. Pero yo voy por sensaciones y no suelo correr con pulsómetro». Compitieron 300 deportistas que salieron en la contrarreloj individual. «Al final le saqué un minuto a Luis Alberto Hernando, que fue el segundo. Estoy muy orgulloso de subir con él al podio y tercero fue el francés Alexis Sevennac», explica.

El domingo disputó la carrera en línea de 24 kilómetros y 2.000 metros positivos. «Estábamos los mismos del kilómetro vertical con algún invitado más. Fue una carrera de desgaste, fui de menos a más y cogí la cabeza a falta de ocho kilómetros. A cuatro kilómetros de meta se me fue Aritz Egea en un repecho. Iba muy justo y no pude recuperar. Tenía claro que al principio me encontraría mal y poco a poco me fui calentando». El terreno de La Palma es «muy arenoso, volcánico, muy incómodo para correr. Te hundes mucho porque es arenoso y no te puedes salir de la senda porque no se puede avanzar», indica.

Su gran objetivo es el Kilómetro Vertical de la Copa del Mundo. «Hasta el momento se han hecho dos pruebas. No pude ir a la primera en Japón por tema de estudios. El 31 de mayo me voy a Madeira. Son ocho pruebas en el circuito e iré a cinco, las necesarias para puntuar. Espero terminar entre los tres primeros». También tiene pensado disputar en julio en Suiza un 3KV, tres mil metros positivos, en septiembre correrá en Noruega y el final es en Francia en el mismo mes.

Otra gran cita es el Mundial sub-23 que se disputa como el año pasado en el Gran Sasso. «Ojalá se puedan repetir las tres medallas del año pasado o al menos estar en el podio». Este invierno ha disputado el campo a través. «Iba pasado de kilómetros y terminé el decimocuarto en el Nacional promesa. Notaba mucha fatiga cuando corría y en noviembre estuve a punto de meterme en el Europeo de cross. Me quedé a tan solo 18 segundos», concluye.