Fernando Morientes y Michael Owen, la pareja de delanteros por la que apostó García Remón para esta cita de la Copa del Rey, no dejaron pasar la oportunidad y clasificaron con dos goles para la siguiente ronda al Real Madrid contra un Leganés que no opuso mucha resistencia ante la pegada visitante. El partido, aunque parezca mentira para un jugador que ha jugado y ganado tres finales de Liga de Campeones, era un nuevo examen para Fernando Morientes, relegado al banquillo del Real Madrid por la especial idiosincrasia de la delantera blanca.

Y, fiel a su estilo, el Moro aprovechó su oportunidad. Como en Cracovia en la fase previa de la Liga de Campeones en la que en apenas veinte minutos anotó dos goles, al atacante madridista le bastaron esos pocos minutos para marcar. Gol de ariete, de nueve, de delantero que está en su sitio.

Los locales sólo tuvieron veinte minutos en la segunda parte en los que hicieron algo de daño. Sobre todo con la presencia de Lardín, quien ya sabía lo que era eliminar a los blancos en la Copa del Rey. El futbolista catalán llevó peligro por su banda aunque se notó que su equipo estaba muy tierno para repetir semejante machada.

LA SEMANA DE OWEN Owen completó su semana más grande en el equipo blanco y logró el segundo tanto de la noche gracias a un perfecto pase de Morientes. Así, el inglés puede presumir de ser el único jugador del Real Madrid que ha marcado en las tres competiciones. Faltaban cuarenta minutos, pero el partido se acabó ahí. Ni el golazo de falta de Dani Ruiz (jugó en la cantera del Real Madrid), con la colaboración de César, le puso picante al partido en su recta final.