Mejor no pudo comenzar la participación de Teresa Perales en los Juegos Paralímpicos de Atenas. La nadadora zaragozana se lanzó ayer a la piscina en su prueba inaugural, los 50 metros libres, y cazó la primera medalla, ésa que se le resistió hace cuatro años en Sydney. "¡Por fin el oro!", celebraba ya con el premio colgado del cuello y la corona de laurel sobre la cabeza. "El ramo de flores se lo he regalado a mi madre", confesaba eufórica a pie de piscina.

Tras sus cinco metales conquistados en la anterior cita paralímpica --una plata y cuatro bronces--, y los siete --cinco platas y dos bronces-- del Mundial de Mar del Plata (Argentina) en el 2002, la deportista aragonesa deseaba con ahínco quitarse la espina de la victoria que se le negaba sin remedio. "No me lo esperaba. Cuando he tocado la pared y he mirado el marcador no me lo podía creer", reconocía. "Enseguida he ido a darle un abrazo al entrenador español y nos hemos pegado una panzada de llorar...", relataba. La emoción de la prueba merecía tantas lágrimas. "Ha sido una carrera difícil. Tanto la ucraniana Akopyan como la francesa Hess --poseedora del récord mundial y paralímpico-- han ido por delante de mí en todo momento. Pero en los últimos 20 metros he apretado los dientes como nunca y al final he conseguido el triunfo", explicaba Perales, que hizo una marca de 1.19.96, 50 centésimas menos que la segunda nadadora, Beatrice Hess.

Minutos antes, la española, de 28 años, ya había vencido en su semifinal, con 1.19.68, el mejor tiempo de todas las participantes. "A mí nunca me gusta mirar atrás, pero en estos momentos merece la pena hacerlo y acordarme de todo el sacrificio que me supone dedicarme a la natación", admitía exultante de felicidad la nadadora aragonesa, que hoy afronta la prueba de 50 metros espalda con cierta cautela: "Será complicado. Salgo como tercera en el ránking por marca, pero no la hago desde el 2002", advierte.

La de Perales fue una de las trece medallas que el equipo paralímpico nacional obtuvo ayer, cinco de ellas de oro y junto con otras tantas plusmarcas mundiales. Roberto Alcaide sumó la primera victoria en los cuatro kilómetros de persecución en pista individual. Sebastián Rodríguez engrosó, con otro oro, el medallero español, acompañado de un nuevo récord mundial (1.13.39). Jesús Collado, en los 100 mariposa, consiguió oro y plusmarca mundial (1.02.66). Ana García Arcicollar cerró el capítulo de récords con el oro en los 400 libre (4.51.20), Deborah Font y Enrique Floriano se colgaron la plata, mientras que Richard Oribe ganó el bronce en 100 libres. En judo, Marta Arce se hizo con la plata en -57 kilos, y Enhamed Mohamed y Mónica Merenciano lograron sendos bronces. Santiago Sanz estrenó el medallero en atletistmo tras ganar el primer metal en los 5.000 metros. Javier Ochoa buscará hoy el oro en los 3 kilómetros de persecución en pista.