A pesar de apurar al máximo las fechas del calendario, la Euroliga ha claudicado al cancelarse de forma definitiva. "Sin duda es la decisión más difícil que hemos tenido que tomar en los 20 años de historia", ha admitido Jordi Bertomeu, el presidente de la Euroliga, quien ha propuesto la cancelación de la temporada 2019-20 a los clubs y los propios equipos han asumido la decisión como propia, conscientes de las dificultades de reanudar la temporada en un escenario médico aún muy complicado por las diferentes realidades en los países de los participantes.

La Junta de Accionistas de la Euroliga se ha reunido este lunes de forma telemática para tomar esa drástica decisión. Pero la propuesta de Bertomeu y la postura bastante unánime de los clubs hizo que todo se resolviera rápidamente. En la misma situación se encuentra la otra competición europea, la Eurocup, en la que aún estaba en liza el Unicaja.

JUGADORES EN CONTRA

Barcelona, Real Madrid y Baskonia forman parte de los 11 clubs propietarios de la competición convocados para tomar la decisión definitiva. Los otros ocho son Olympiacos, Panathinaikos, Maccabi, Anadolu Efes, Fenerbahçe, Armani Milán, Zalgiris Kaunas y CSKA Moscú.

El torneo debía superar numerosas trabas como las diferentes fases de desescalada en los países, las restricciones en las fronteras y el estado de forma diferente de los equipos, ya que si bien algunos torneos como España y Alemania aún mantienen abierta la opción de reanudar la competición, en otros se han cancelado ya hace tiempo.

"Debido a razones fuera de nuestro control, nos hemos visto obligados a interrumpir la temporada más exitosa y emocionante en la historia del baloncesto europeo", ha explicado Bertomeu. "Esto ocurre después de dos meses y medio en los que todos los interesados de la liga mantuvieron su determinación y agotaron todas las vías posibles", ha argumentado luego el presidente de la Euroliga.

Las ciudades que se habían ofrecido a albergar el torneo por concentración que la Euroliga había propuesto disputar etre el 4 y el 26 de julio eran Belgrado, la que parecía tener más opciones, con ligeras posibilidades para Kaunas, Atenas, Colonia y Liubliana. Pero, al final, no se escogió ese formato.

Bertomeu se reunió este sábado por teleconferencia con los representantes de los jugadores, así como con los capitanes y un veterano de cada equipo para conocer de primera mano su opinión al respecto y estos le solicitaron la cancelación de la temporada, al entender que existía demasiada incertidumbre y riesgos en caso de que se reanudaran los encuentros.

"En los próximos meses solo tenemos una misión: hacer todo lo que esté en nuestras manos para ayudar a nuestras comunidades a volverse más fuertes y construir la mejor versión de nosotros mismos, dentro y fuera de la cancha, para cuando podamos reunirnos con los seguidores", ha asegurado Bertomeu.

LA ACB, OPTIMISTA

La cancelación de la Euroliga, ante las barreras logísticas y sanitarias existentes, contrasta con el optimismo de la ACB de llevar adelante lo que resta de temporada con el sistema alternativo diseñado por la Liga española de concentrar a 12 equipos en una sede única (Valencia parece ser la ciudad candidata a organizarlo) por la realidad similar que viven todos los clubs y más después del respaldo dado por el Consejo Superior de Deportes (CSD) a que se reanude la competición en el deporte profesional.

La asamblea de la ACB debe tomar esta misma semana una decisión al respecto. La competición dividirá a los 12 equipos en dos grupos de seis, que se enfrentarán en sistema de liguilla. Los dos primeros clasificados se medirán en semifinales y los ganadores disputarán la final, en los dos casos a partido único. La competición durará dos semanas y arrancará en torneo al 17 de junio.