Francesco Molinari ha cuadrado el año de su vida. Conquistó el Open Británico, convirtiéndose en el primer italiano de la historia que ganaba un grande, y dio el punto definitivo a Europa para recuperar la Ryder en la avasalladora victoria sobre Estados Unidos. Un paliza en toda regla, ya que el torneo quedó decidido cinco partidos antes de su conclusión.

Molinari venció a Phil Mickelson en el tee del hoyo 16, un par 3. Iba tres por delante, con lo que tenía medio punto asegurado, igual que Sergio García, que venía por detrás y se había asegurado otro medio punto ante Rickie Fowler. Molinari dejó la bola en el green pero Mickelson la tiró al agua. Se quitó la gorra y le estrechó la mano, reconociendo su derrota y estableciendo el momentáneo 14,5 a 9,5 que brindaba el título a los europeos.

El incomensurable Molinari ceraba su segunda participación con un pleno de victorias (cinco puntos en los cinco partidos jugados), pero no le anduvo a la zaga García, a continuación, que ganó su partido y se erigió en el golfista europeo que ha sumado más puntos para el equipo en la historia, superanbdo a Nick Faldo. Tommy Fleetwood, uno de los rockies, era manteado y llevado en volandas por los aficionados pese a encajar una clara derrota ante Tony Finau (6 y 4), pero hasta la jornada domicinal había vencido en todos los encuentros.

No le anduvo a la zaga Jon Rahm, el debutante español que se vio emparejado para enfrentarse a Tiger Woods. No le termblaron las manos ante el mito estadounidense. Le ganó el primer hoyo y cerró el triunfo en el 17.