El equipo europeo inició ayer la 35 edición de la Copa Ryder de una forma que ni sus protagonistas podían haber soñado en el reto de mantener la Copa Ryder en campo visitante. A punto estuvieron de endosar a EEUU un rotundo 4-0 en los primeros encuentros de parejas, bajo la modalidad de fourballs (una bola para cada jugador del equipo y se adjudica el hoyo quien obtenga el mejor resultado). Sólo al final, el empate entre los estadounidenses Chris Riley y Stewart Cink ante el irlandés Paul McGinley y el ingles Luke Donald evitó un resultado todavía más humillante.

EXHIBICION En el campo de Oakland Hills, las parejas europeas dieron una exhibición con el putt, lo que les permitió encadenar un birdie tras otro ante el asombro general y de su contrincantes en particular. "Han hecho tantos birdies que con sus putts podrían haber asfaltado la carretera de Detroit a Chicago", bromeó Hal Sutton, el capitán estadounidense.

A Sutton no le funcionó ni su apuesta de hacer jugar por primera vez juntos en una Copa Ryder a Tiger Woods y Phil Mickelson, las dos grandes estrellas de EEUU que no mantienen una relación personal muy fluída. Poco pudieron hacer ante la solidez del escocés Colin Montgomerie, siempre un seguro total para Europa en el cuerpo a cuerpo de la Ryder, y el irlandés Padraig Harrington. Empezaron con cuatro birdies en los cuatro primeros hoyos y la reacción de sus rivales apenas sirvió para acabar una derrota por 2 y 1, es decir dos hoyos de ventaja y uno sólo por jugar.

Mucho más contundentes resultaron las victorias que llegaron con protagonistas españoles. El norilandés Darren Clarke y Miguel Angel Jiménez sólo necesitaron 14 hoyos para noquear a Davis Love y Chad Campbell, a los que superaron por cinco hoyos de ventaja. Fue el primer punto que ganó el equipo de Langer y Clarke, soberbio en su primer recorrido, no dudó en hacer honor a su fama de consumado fumador de puros durante la partida.

EXCELENTE RENDIMIENTO De la misma manera, el castellonense Sergio García y el inglés Lee Westwood reeditaron el excelente rendimiento de la anterior edición en The Belfry. Su complicidad es total y no mostraron ni una fisura ante David Toms y Jim Furyk, a los que superaron por 4 hoyos de ventaja y tres por jugar. La satisfacción del capitán Bernhard Langer era total. "Ha sido un maravilloso inicio. No puedo pedir más" .