La familia Sterling, propietaria de Los Angeles Clippers, ha firmado un acuerdo para la venta del equipo a Steve Ballmer, exconsejero delegado de Microsoft, una operación que aún debe recibir el visto bueno de la NBA.

Según adelantó hoy el diario 'Los Angeles Times', la oferta de Ballmer se habría fijado en 2.000 millones de dólares, la mayor cifra jamás pagada por una franquicia de la NBA y la segunda más alta del deporte estadounidense, tras la venta del equipo Los Angeles Dodgers de béisbol en 2012 por 2.100 millones.

El acuerdo ha sido remitido directamente a la Liga para obtener su aprobación final.

El portal especializado ESPN asegura que la oferta de Ballmer fue la más elevada, por encima de las presentadas por el empresario David Geffen, en torno a los 1.600 millones de dólares, y los inversores Tony Ressler y Steve Karsh, cuya propuesta rondaba los 1.200 millones.

Ballmer indicó recientemente al periódico The Wall Street Journal que, en caso de hacerse con el control de los Clippers, no trataría de cambiar la sede a otro lugar ya que considera que "iría en contra del valor" de la franquicia.

La venta, que ha sido dirigida por Shelly Sterling, copropietaria del equipo, y Bank of America, llega un mes después de que el comisionado de la NBA, Adam Silver, suspendiera de por vida a su Donald Sterling, propietario mayoritario de la franquicia, por unos comentarios racistas.

Está previsto que los demás propietarios de la Liga se reúnan este martes para votar sobre la medida contra Sterling y la consecuente venta del equipo, algo que se llevará a cabo si tres cuartos de los miembros votan a favor.

En ese caso, los intereses de Donald y Shelly Sterling sobre la franquicia quedarían finiquitados, tal y como lo hizo saber Mike Bass, portavoz de la Liga.

La marca previa más alta alcanzada en la NBA por la venta de un equipo fue la de Milwaukee Bucks en abril, por 550 millones de dólares.