El colegiado se convirtió en el triste protagonista del encuentro al mostrar diez tarjetas amarillas, que desembocaron en tres expulsiones, dos rojas directas, por lo que al final del encuentro los locales terminaron con diez jugadores, pero el Illueca salió peor parado, al llegar al pitido final con sólo siete jugadores sobre el terreno de juego.

El primer periodo, con todos los jugadores sobre el campo, estuvo muy igualado. El balón estuvo la mayor parte del tiempo en el centro del campo, sin que llegara con mucha asiduidad a las áreas. Además, en las escasas ocasiones en las que eso ocurría, no se produjeron ninguna ocasión clara de gol. De esta manera, sin ver nada digno de mención, se llegó al descanso, con el mismo marcador con el que había comenzado el encuentro.

Tras la reanudación, el Illueca comenzó llevando la voz cantante, pero careciendo de cualquier mordiente ofensiva. Por su parte, el conjunto local no tenía tanto el balón, pero cuando lo tenía era capaz de crear ocasiones de gol. Así, a los diez minutos de la segunda parte, Julián marcó el tanto que, a la postre, le acabó dando el triunfo al Montecarlo. Poco a poco el colegiado se fue haciendo el protagonista, al comenzar a sacar tarjetas a diestro y siniestro. Con tanta tarjeta el partido se rompió. Los jugadores comenzaron a desfilar uno a uno hacia el vestuario antes de tiempo, hasta cinco lo hicieron, y en esta estadística el Illueca salió peor parado, pues cuatro fueron de sus filas.