El español Jesús Ezquerra (Burgos BH) se lamentó de no haber podido conseguir la que hubiera sido la primera victoria para su equipo en 2019, tras un comienzo difícil de año al autoimponerse un parón después de tres controles antidopaje adversos en menos de doce meses.

"Ha sido una pena no ganar porque lo necesitaba el equipo, los compañeros y yo mismo, aunque también sabe bueno haber cogido el líder que lo vamos a defender", afirmó tras vestirse de amarillo en Canfranc Estación después de la segunda etapa de la 44ª Vuelta a Aragón.

Ezquerra insistió en que todavía falta una etapa por disputar, hay bonificaciones de por medio, y solo aventaja en dos segundos al ruso Evgeny Shalunov, que ya fue quinto en Calatayud el primer día y tercero en esta segunda etapa.

"No hay nada decidido y va a ser difícil defender el amarillo, pero hemos tenido la recompensa a todo el trabajo que estamos haciendo", dijo.

Por su parte, el vencedor de la segunda etapa, el francés Jonathan Hivert (Total Direct Energie), confesó que al comienzo del día tras la rápida salida desde Sádaba (Zaragoza) "no iba bien de piernas porque al principio se ha ido muy fuerte".

No obstante se fue sintiendo mejor conforme pasaron los kilómetros y "en la parte final, con el viento de cara veía que podía llegar en el pelotón y podía tener opciones de ganar porque el final me iba muy bien como así ha sido".

El aragonés Fernando Barceló (Euskadi Murias) calificó de "fracaso" la actuación que tuvieron en la primera etapa en la que ninguno de los componentes del equipo que en Aragón dirige Rubén Pérez se metiera en el grupo de cabeza tras formarse los abanicos.

"Llegué frustrado a meta porque fue culpa mía y no estuvimos donde teníamos que estar y hoy se trataba de darle la vuelta como hemos hecho", explicó.

El intento de fuga que protagonizó junto a su paisano Jorge Arcas (Movistar) en el descenso del puerto del Monasterio Nuevo de San Juan de la Peña lo calificó como "bueno porque era el sitio idóneo para intentarlo porque si en el pelotón había alguna duda y algún parón el hueco que consiguiéramos podía ser importante".

"Ha sido una pena que solo estuviéramos dos delante porque sabíamos que allí se podía ir un pequeño grupo, pero luego con la carretera más abierta y ancha y el aire no hemos podido hacer nada", comentó.

Aunque no había ningún acuerdo previo, tanto Arcas como Barceló sabían dónde debían intentarlo porque "conocemos el terreno, es una bajada no muy técnica pero que puede resultar peligrosa y hemos decidido probar".