No había carrera de asfalto sin Joaquín Pacheco, inconfundible con su silla de ruedas que fabricaba él mismo. Este infatigable atleta popular falleció ayer a los 65 años. La polio que sufrió a los tres años le obligó a usar muletas y el deporte se convirtió para él en una forma de vida, demostrando una capacidad de superación encomiable. Recorrió todas las distancias sobre el asfalto, incluido el maratón, y también en pista. El mundo del atletismo zaragozano lloró su pérdida. «Qué tristeza y dolor siento. Nos dejas con un vacío enorme, con esa capacidad de superación y ese tesón que paseabas por cualquier carrera que te proponías», escribió Toni Abadía.