Tras salvar cuatro match balls o bolas de partido, después de 2 horas y 48 minutos de un titánico partido, Roger Federer, se ganó su novena presencia en una final de la Copa de los Maestros, que ha ganado en seis ocasiones, al imponerse a su compatriota Stan Wawrinka por 4-6, 7-5 y 7-6 (8-6). Una volea magistral de derecha, suave, colocada junto a la red, imposible de devolver, en el primer match ball que dispuso el exnúmero 1 mundial le dio la victoria y el derecho de luchar por un nuevo título de maestros ante Novak Djokovic que, con menos problemas, aunque también en tres sets, fue el primero en abrir la puerta de la final en el O2Arena de Londres hoy (19.00 horas, Teledeporte), al imponerse a Kei Nishikori por 6-1, 3-6 y 6-0.

El número 1 luchará por tercer año consecutivo por la defensa de un título que ha ganado en ese escenario en el 2012 y el 2013. Una pista en la que ayer sumó la 14ª victoria consecutiva desde que en el 2011 fue eliminado de la fase de grupos por su compatriota Janko Tipsarevic. Desde entonces nadie ha podido con él. Nishikori intentó ponerle en apuros y logró arrebatarle incluso un set, el primero que perdía Djokovic desde que comenzó el torneo.

INICIO APLASTANTE /El tenista serbio empezó el partido de forma aplastante. A los 23 minutos ya tenía el primer set en el bolsillo y solo había cedido un juego. Su superioridad era la misma que había demostrado en los anteriores tres partidos en los que solo cedió nueve juegos. Nishikori estaba aturdido. Pero el japonés, que jugaba su primer Masters, no quiso marcharse de la pista con malas sensaciones y aprovechó el bajón de concentración de Djokovic y el apoyo de los 17.000 aficionados que llenaban la pista para plantarle cara en la segunda manga, aunque comenzó cediendo su saque. Djokovic le ayudó en el siguiente juego perdiendo el suyo con una doble falta ante la explosión de júbilo del público y el enfado del serbio.

Nishikori logró una segunda rotura (5-3) y se apuntó la manga. En el tercero dispuso, en el primer juego, de un 15-40 para volver a romper el servicio de Djokovic. «Pensé que jugaba contra el número uno y y arriesgué mucho. Tuve demasiados errores» admitió Nishikori. Djokovic despertó con rabia, herido y recuperó sus mejores sensaciones para ganar los seis juegos seguidos y el partido. Djokovic tenía otra excplicación. «Después de asegurarme el número uno, me sentía emocionalmente vacío para jugar hoy. Me era difícil mantener la concentración».

PREPARADOS PARA LA DAVIS / Necesitará recuperarla toda para hoy si quiere ganar el título por cuarta vez y tercera consecutiva, igualando el récord que tienen en el Masters el rumano Ilie Nastase (1971-73) y el estadounidense de origen checo Ivan Lendl (1985-87). Djokovic tendrá la ventaja de enfrentarse a un rival exhausto, que mientras él descansaba en el hotel, se estaba jugando el pase a la final como si fuera un júnior. Ante un rival con el que el próximo fin de semana intentará ganar la Copa Davis por primera vez para Suiza ante Francia en Lille y sobre tierra.

Ayer poco importaba eso. Federer y Wawrinka se machacaron en una semifinal épica, el mejor partido de un torneo en el que en 29 sets disputados no se había superado el 6-3. Partidos decididos en apenas una hora y media con nueve sets que acabaron 6-1. El duelo de los dos tenistas suizos demostró que son ellos, junto a Djokovic, los tres únicos tenistas que han competido a tope en Londres. Y de momento, Federer se llevó, a sus 33 años, el mejor premio.

En la final de dobles los gemelos Bob y Mike Bryan optarán al título tras tumbar a los franceses Julien Benneteau y Edouard Roger-Vasselin por 6-3 y 6-0. La pareja estadounidense se enfrentarán al croata Ivan Dodig y al brasileño Marcelo Melo, que se impusieron al polaco Lukasz Kubot y el sueco Robert Lindstedt.