Después de más de 400 días lejos del circuito Roger Federer vuelve a las pistas para disputar el torneo de Doha en el que debutará el miércoles 10 de marzo. El exnúmero 1 mundial que no competía desde el pasado 30 de enero del 2020, en el partido de semifinales del Abierto de Australia que perdió ante Novak Djokovic, se ha mostrado muy feliz por volver a competir en una rueda de prensa ofrecida a su llegada a Qatar, en la que ha destacado sus objetivos.

"Desde ahora tengo que entrenar y mejorar. Estar más fuerte, más en forma, más rápido. Espero estar para Wimbledon al 100 % y ahí es cuando la temporada empieza para mí. Hasta entonces vamos a ver qué tal. Puede que me sorprenda a mí mismo, como me ha pasado en los entrenamientos estas semanas. Me ha sorprendido lo bien que ha ido, pero los partidos son otra historia", ha valorado Federer.

Ni pensar en la retirada

A seis meses de cumplir los 40 años (8 de agosto), el tenista suizo vuelve a competir tras superar dos operaciones en su rodilla derecha y ha asegurado que sigue disfrutando del tenis y no piensa en su retirada. "Me gusta jugar y viajar. Probablemente una de las razones para volver es que quiero estar al máximo nivel y jugar contra los mejores, en los mejores estadios y ojalá ganar de nuevo. Ojalá pueda volver a jugar delante de público", ha destacado Federer.

"Para mí, jugar al tenis es como andar en bicicleta: puedo hacerlo. No me preocupa. Mi principal preocupación es la rodilla. Tuve dos operaciones el año pasado. Es un desafío. He tenido que trabajar mucho para volver a pisar una pista de tenis como haré ahora en Doha", ha insistido el exnúmero 1 que quiere ver como evoluciona su retorno. "En los próximos tres o cinco meses sabré dónde estoy, cómo va a reaccionar mi cuerpo", ha explicado Federer que tendrá su primera prueba real ante el ganador del partido de primera ronda que enfrenta al francés Jeremy Chardy y el británico Dan Evans.