«¡Oh! ¡Guau...!». Los gritos de admiración de los 15.000 aficionados resonaban en la catedral del tenis. Eran por Roger Federer, el señor de Wimbledon, ganador de siete títulos, que estaba dando una lección de tenis al finalista del año pasado Milos Raonic al que venció por 6-4, 6-2 y 7-6 (7-4). El juego del tenista suizo era el mejor regalo para los seguidores británicos después de la decepción vivida antes con la eliminación de su campeón Andy Murray.

El tenista escocés se había marchado de la pista renqueante por sus problemas en la cadera que le atormentan desde hace meses. Sam Querrey le había dejado fuera de combate tras una batalla a cinco sets por 3-6, 4-6, 6-7 (4-7), 6-1 y 6-1, los dos últimos cedidos en solo 28 minutos.

El tenista estadounidense volvió a dar, un año después, la campanada en Wimbledon al eliminar al campeón del torneo y número 1 mundial, como hizo con Novak Djokovic en el 2016. Entonces lo logró en tercera ronda, ayer consiguió pasar por primera vez en su vida, con 29 años, a las semifinales de un torneo de Grand Slam y es el primer estadounidense que lo conseguía desde que Andy Roddick lo logró en el 2009 en Australia y Wimbledon.

«Es un sueño, me cuesta creerlo aún», decía feliz Querrey, número 28 mundial, ganador de nueve títulos, el último este año en Acapulco ante Rafa Nadal. Querrey optará a la final ante el croata Marin Cilic, número 6 mundial, que también en una batalla a cinco sets se terminó imponiendo a Gilles Muller por 3-6, 7-6 (8-6), 7-5, 5-7 y 6-1.

LA LESIÓN DE DJOKOVIC

La victoria de Querrey pudo dejar a Murray, además, sin el número 1 mundial si Novak Djokovic hubiera ganado el título este domingo. Pero el escocés seguirá en el trono un tiempo más tras la eliminación del tenista serbio ayer, tras retirarse por una lesión en el codo cuando perdía con Tomas Berdych por 7-6 (7-2) y 2-0. El tenista serbio arrastra esos problemas desde Miami y no descarta pasar por el quirófano para solucionarlo. Murray también está contemplando esa posibilidad. Curiosamente, los dos están pasando este año problemas similares a los que tuvieron Federer y Nadal, que les obligaron a parar el año pasado durante media temporada para volver esta con una renovada fuerza.

De momento, Murray seguirá al frente con 7.750 puntos pero ya tiene a Nadal a solo 285 de superarle. «Este año no merezco mantener el número 1», admitía decepcionado ayer por su derrota pero sin querer excusarse por sus problemas de cadera. «Me ha dolido todo el torneo pero no es excusa. He perdido una oportunidad».

Federer parece que la aprovechará. Se ha quedado solo para defender el dominio del Big Four en el torneo desde que el suizo conquistó el primero en el 2003. Puede ganar el octavo para elevar a 19 su cuenta de Grand Slams. Viendo el espectáculo ofrecido ante Raonic será dificil que se le escape la ocasión. El checo Tomas Berdych será el primero en intentar impedirlo mañana.