Ni para un número 1 que hasta hace un par de días tenía el récord de 310 semanas en esa posición, ganador de 20 Grand Slams y 103 torneos como Roger Federer, iba a ser sencillo el retorno a las pistas después de 405 días fuera del circuito.

La presión de volver a jugar, de querer hacerlo bien, no eran fáciles de controlar y eso lo ha notado el suizo desde que ha entrado en la central del torneo de Doha, donde ha reaparecido con una ajustada victoria ante el británico Dan Evans por 7-6 (10-8), 3-6 y 7-5.

Sin ningún ritmo de partidos, sin sensaciones de competición, Federer no lo ha tenido fácil para imponerse a Evans (número 28 mundial) en un partido que ha durado 2 horas y 25 minutos. El tenista suizo h salvado el primer set en el 'tie break', después de ir 4-2 abajo y tener un 'set ball' (6-5), en contra.

En la segunda manga Evans no se ha entregado y el premio ha sido ganar el primer set a Federer, en cuatro enfrentamientos, para forzar la tercera manga, en la que ha mantenido la lucha hasta acabar perdiendo el partido , en el tercer 'match ball', con un espectacular revés paralelo, marca Federer.

Destellos de clase

Federer ha superado el regreso al circuito, con destellos de su clase, pero lejos de su mejor forma. El exnúmero 1 mundial había jugado su último partido oficial en las semifinales del Abierto de Australia, que perdió ante Novak Djokovic, el 30 de enero del 2020.

"Es bueno estar de vuelta", ha dicho Federer a pie de pista . "Ha sido un buen partido. Al final estaba cansado pero estoy muy contento con cómo he jugado", aseguró.

"Volver a mi edad no es algo fácil, aunque con mi equipo ha sido mucho más sencillo, pero ha merecido la pena por jugar un partido como el de hoy", ha destacado Federer.

"La gran victoria era poder volver a las pistas", aseguraba antes de su debut, el preparador físico del suizo, Pierre Paganini, después de las dos operaciones de rodilla a las que se sometió el año pasado, tras renunciar a jugar la temporada.

A sus 39 años, Federer ha vuelto con retos pendientes y, consciente de que el camino no será fácil. "Espero estar al 100% en Wimbledon", decía a su llegada a Doha antes de reaparecer. El Grand Slam británico y los Juegos Olímpicos de Tokio son el objetivo que se ha marcado el exnúmero 1 mundial.