Las ansias del español Feliciano López de responder con un título a los buenos augurios que viene apuntando su tenis quedaron resueltos con su triunfo en Viena, un torneo del circuito ATP que se disputa en una superficie al gusto de su raqueta: moqueta en pista cubierta. López, de 23 años, ha inaugurado su palmarés después de imponerse al argentino Guillermo Cañas, 26º del mundo, por 6-4, 1-6, 7-5, 3-6 y 7-5.

La victoria del español fue agónica y trabajada. El servicio disparó el comienzo de López. Cañas lo perdió en una ocasión en el set y cedió la manga (6-4). El panorama cambió de raíz en el segundo. El suramericano, que había perdido en el único enfrentamiento particular que dirimió contra el toledano (en el 2002, en Wimbledon) rompió por primera vez el servicio del español, totalmente desorientado (6-1).

Feliciano López recuperó la solvencia de su principal arma y retomó la iniciativa en el choque (7-5) que se equilibró de nuevo con la mejoría del argentino en el cuarto (6-3). El partido quedó abocado al quinto set, donde el español se sobrepuso a la pérdida de concentración que le condenó en la manga anterior y que prosiguió en la apertura del quinto. No estaba dispuesto a perder una nueva oportunidad. Su solidez física le devolvió a la pista y terminó por apuntarse el encuentro y el torneo con el 7-5 final.