Feliciano López alcanzó ayer por primera vez los octavos de final de Roland Garros, donde se unió a Moyá y Robredo, que ya lo habían hecho el viernes, mientras que Costa encarriló su encuentro ante Xavier Malisse, aunque dejó, por falta de luz, su resolución hasta la jornada de hoy. Feliciano López exhibió un auténtico bombardero en su brazo izquierdo para abrirse paso ante el coreano Hyung Taik Lee. El toledano fue fiel a su tenis. Aplicó el saque y volea de Wimbledon y consiguió hasta 26 servicios directos para ganar por 7-6, 4-6, 6-0 y 6-3.

Por su parte, Albert Costa dejó encarrilado su encuentro ante el belga Xavier Malisse (4-6, 6-2, 6-4 y 5-5) antes de que el mismo se aplazase por falta de luz. Costa supo reconducir un encuentro que comenzó contrario a sus intereses. El catalán encontró en esos primeros compases demasiados problemas para mantener su servicio, que cedió hasta en tres ocasiones, durante la primera manga. Sin embargo, la constancia de Costa terminó por darle la vuelta al marcador.

SIN ESPAÑOLAS Entre las féminas, la derrota de Virginia Ruano Pascual ante la italiana Francesca Schiavone (6-2 y 6-3), dejó por tercera vez en los cuatro últimos años sin representación española el cuadro cuando este llega a los octavos de final. La madrileña era junto con Arantxa Parra, que el viernes fue eliminada por Mauresmo, las dos únicas españolas de las nueve que alcanzaron la tercera ronda en el torneo francés.