La Armada volvió a resbalar sobre la hierba. Nunca e ha sentido cómoda sobre el césped londinense y este año tampoco va a ser la excepción. La regla se confirma sola y los resultados son la peor tortura para comprobar una realidad incuestionable temporada tras temporada. Sólo un hombre cuestiona este teoría casi científica. Carlos Moyá se ha quedado solo en Wimbledon. De los 17 tenistas españoles que empezaron el torneo el pasado lunes, el mallorquín ha sido el único que ha logrado entrar en los octavos de final que hoy se disputarán en el All England Club de Londres y donde se enfrentará al australiano Lleyton Hewitt. Ayer, Feliciano López, que era el único español del cuadro masculino que aún confiaba en acompañar al mallorquín en esa ronda, fue fulminado a saques por el croata Ivo Karlovic que le derrotó por 7-6 (14-12), 7-6 (7-3), 6-7 (2-7) y 7-5.

Feliciano López, la gran esperanza española sobre el resbaladizo terreno londinense, confiaba en alcanzar por tercer año consecutivo los octavos en Wimbledon, pero en el camino se le cruzó un gigante (2,08 metros de altura), capaz de conseguir 39 aces y que se apuntó el 89% de los puntos con su primer servicio. Ante esas estadísticas pocas opciones tuvo. "En su mano la raqueta parecía una pala de pin pon. Cada vez que sacaba era como una bomba. Ya me lo habían advertido pero hasta que no lo ves no puedes creerlo. Me daban ganas de reír", explicaba tras el partido López, el jugador español que mejor se adapta a las condiciones de juego rápido, de saque y volea, que predominan en el campeonato inglés. Esta vez tampoco pudo llegar a cuartos.

IMPOTENCIA El toledano admitió su impotencia ante un tenista clasificado en el puesto 62 del mundo, de 24 años de edad, que este año, antes de llegar a Wimbledon, sólo había ganado seis partidos. "Desde el fondo es un paquete. Sólo tiene saque, pero en hierba eso es mucho. Yo sabía que tendría pocas oportunidades y que debía aprovecharlas", comentó Feliciano López, que durante el partido dejó escapar seis set balls (cuatro en el primero y dos en el segundo), aunque todos contra el saque de Karlovic. El toledano se tomó con resignación su eliminación, no obstante tenía pocas esperanzas de superar la siguiente ronda en la que volvía a cruzarse al suizo Roger Federer (ya le pasó en el 2002 y el 2003), número 1 del mundo y campeón de Wimbledon.

Además de López, ayer también cayó eliminada la canaria Magüi Serna ante Serena Williams (6-4, 6-0), mientras que el partido que disputaba Virginia Ruano contra Virginia Razano (6-2, 4-6) fue suspendido por la lluvia que impidió acabar una jornada que no estaba prevista, ya que Wimbledon siempre cierra sus puertas en el primer domingo del torneo. El retraso de los partidos obligó a abrir las puertas ayer para recuperar el tiempo perdido.