No he estado al cien por cien, pero sigo en el juego". Así de resignado se mostró ayer Javier Fernández tras finalizar en tercera posición el programa corto de patinaje artístico, por detrás del japonés Yuzuru Hanyu y el canadiense Patrick Chan. El madrileño, doble oro europeo y bronce mundial, cumplió el objetivo de meterse de forma provisional en el podio, pero su baja nota, 86,98 (43,87 en técnica y 43,11 en componentes), le dejó un sabor agridulce. Hoy deberá firmar un ejercicio libre prácticamente perfecto para colgarse una medalla. El japonés Daisuke Takahashi (86,40), el alemán Peter Liebers (86,04) y el americano Jason Browns (86,00) le pisan los talones.

En el Europeo de Budapest, celebrado hace un mes, Superjavi sumó 91,56 puntos, su mejor marca en un corto, con la misma coreografía y la misma música, el swing Satan takes a holiday, de Larry Clinton. Pero ayer, en el palacio Iceberg de Sochi, no se sintió cómodo. "Las piernas me temblaban, por los nervios o por el cansancio, no sé. Me he tropezado por todos los lados", relató después, consciente de que, pese al buen triple axel, tanto el cuádruple salchow --el salto más difícil--, como la combinación de triple lutz y triple toe le habían salido sobregirados.

Esta tarde (16.00 horas / Teledeporte), deberá "remontar unos puntos" para conquistar al menos la medalla de bronce. Las notas de Hanyu, que a sus 17 años se convirtió en el primer patinador que pasa de los cien puntos (101,45), y Chan, triple campeón mundial, han puesto caros el oro y la plata, pero "todo puede pasar", como recordó Fernández, que tratará de clavar tres cuádruples al son de la banda sonora de Peter Gunn, de Henry Mancini, y de Harlem nocturne, de Earle Hagen y Dick Rogers.

RAYA, FUERA DE LA FINAL Tampoco acabó satisfecho de su debut olímpico el madrileño Javier Raya, pues por unas décimas se quedó fuera de la final. El subcampeón de España peleó bien su corto, inspirado en Los miserables, de Claude-Michel Schoenberg, pero los jueces no dejaron pasar el triple axel sobregirado y el triple flip que tuvo que convertir en doble y solo le dieron 59,76 puntos. Se quedó a 0,65 del rumano Zoltan Kelemen, último clasificado. "He patinado bien, fluido, pero no ha podido ser. Aunque no me puedo quejar, he disfrutado y se nota que he trabajado duro", afirmó.

La gran desilusión de la jornada fue sin duda Eugeni Plushenko, que no llegó a competir. A sus 31 años y con una docena de operaciones en su cuerpo, el divo ruso empezó a calentar, pero minutos después abandonó el hielo con gestos de dolor por una lesión de espalda. Oro en Turín 2006 y plata en Salt Lake City 2002 y Vancouver 2010, El patinador de la selección anfitriona cerró de esta abrupta manera su participación en Sochi, pero con la cuarta medalla olímpica en el bolsillo, tras ayudar a Rusia a subir a lo más alto del podio en la competición por equipos el domingo. "Estoy decepcionado, pero me voy con un oro", declaró tras su retirada.