Dicen que mañana cumple el plazo para que Sebastian Vettel ejecute el precontrato que firmó en invierno con Mercedes. Lo dice La Gazzetta dello Sport, que en la esfera de la información de Ferrari se equivoca poco. «Vettel es la clave en el movimiento de asientos», dice Christian Honer, el director de Red Bull, que ve los toros desde la barrera porque tiene a sus pilotos, Daniel Ricciardo y Max Verstappen, atados y bien atados.

Si Vettel se va a Mercedes para formar pareja con Lewis Hamilton, Ferrari volvería a contar con Fernando Alonso, puede que con Kimi Raikkonen como compañero, u otro piloto. Pero Vettel no quiere compartir garaje con Hamilton, y ha pedido un año más a Ferrari, para irse a Mercedes en el 2019, esperando que el inglés, que cumple contrato ese año, se vaya a Ferrari simultáneamente. «Es una escudería a la que todo piloto quiere ir en algún momento de su carrera», dijo esta semana Hamilton. Vettel y Raikkonen finalizan contrato esta temporada, pero Sergio Marccione, presidente de la Scuderia, ya le ha dicho a Vettel que «tres años o ninguno». Y el alemán tiene que decidirse este fin de semana.

Así que es posible que ni Vettel, ni Ferrari, ni Mercedes, ni Alonso esperen mucho más y esta noche en algunos de los restaurantes de Budapest junto al Danubio se configure la parrilla de la próxima temporada. Ese sí podría ser un buen regalo de cumpleaños para Alonso, que en el día de su 36º cumpleaños mostró en la pista que está en forma, con una séptima plaza. «Esperemos que tenga otros regalos en mi cumpleaños. Hay cosas que se mueven por detrás, ese es el regalo que quiero, no una séptima posición en una clasificación. Son cosas que se mueven para el año que viene, cosas para luchar por la pole, no para la hacer séptimos», insistió.

Alonso arrancará séptimo 15 años después de lograr la segunda pole de su carrera en este circuito, su primera victoria, allá por el 2003, todo juventud y ambición, como la que mueve a Carlos Sainz, capaz de colarse en la Q-3 junto a su ídolo y de colocar dos décimas sobre su compañero de equipo, Dannil Kvyat.

Cuanto mejor le va a los coches con peor motor, cuando más revirado es un circuito, peor le va a Hamilton. Era realmente difícil en un circuito favorable a los Ferrari que el inglés lograra su 68ª pole e igualara el récord histórico de Michael Schumacher, pero no solo no peleó con los coches rojos, sino que acabó cuarto por detrás de Valtteri Bottas, lo que augura espectáculo en la salida.