Si el rostro es el espejo del alma, el espíritu del CAI mostraba ayer una profunda herida. Caras largas, muy largas, se dibujaban en cada uno de los jugadores del cuadro aragonés en el día después de ceder el 1-0 al Granada en la apertura de la serie definitiva por el ascenso. El batacazo no se había olvidado, aunque la falta de tiempo provoque la necesidad de olvidar pronto para afrontar hoy el segundo duelo de la eliminatoria por la ACB.

La reflexión era clara. No se puede volver a repetir el arranque desangelado que condenó al CAI a la derrota el pasado viernes. "Ir perdiendo de 19 en menos de 20 minutos... es algo para olvidar. Es evidente que así no podemos ganar la serie. Nos tenemos que quedar con la impresión de la remontada en la segunda mitad", comentó José Antonio Ferrer, junto a Lescano y Hill lo único salvable del CAI en la inauguración.

DOBLE SESION La plantilla se ejercitó en doble sesión ayer sobre el parqué nazarí. Los ejercicios tácticos se centraron en la corrección del sistema defensivo, cuyas múltiples vías de agua, fueron aprovechadas por el montisonense Ordín para organizar el partido a su antojo. "El inicio lo marcó todo. La falta de efectividad y que ellos salieran tan bien provocó un desfase muy complicado de superar. Casi logramos la remontada, pero nos faltó un poco de suerte para dar un paso más y creo que pagamos el esfuerzo", analizó Ferrer.