Al Real Zaragoza se le cerró el 31 de agosto la persiana del mercado sin haber completado las 18 fichas profesionales autorizadas por la Liga de Fútbol Profesional (LFP) por el affaire Chuli. Así que ya en septiembre tiene todavía la posibilidad de incorporar un jugador del paro por el salario mínimo en Segunda, poco más de 60.000 euros. Martín González, Víctor Muñoz y los responsables del área del club están convencidos, y así lo ha manifestado reiteradamente y en público alguno de ellos, de la necesidad de traer un jugador ofensivo y que ayude con el gol. Es cierto, hace falta. Al Zaragoza le falta pólvora. Ha jugado cuatro partidos oficiales y ha marcado solo dos tantos.

Pero el equipo tiene otro vacío importante: el lateral izquierdo. Rico es y seguirá siendo el titular, pero en este inicio de competición no ha despejado las dudas defensivas del año pasado, más bien las ha mantenido. Es todavía muy joven y su pie es bueno, pero a la hora de cerrar atrás aún tiene mucho camino por andar. No hay relevo natural para él --¿Cabrera, Diogo?--. ¿Quién no dice que, visto lo visto, pueda llegar a ser necesario?