La localidad de Calcena se ha convertido en los últimos años en uno de los paraísos aragoneses de la escalada en roca. Sus paredes cuentan con casi 350 vías y quedan muchísimas por abrir. En este pueblecito de la cara oculta del Moncayo situado a un centenar de kilómetros de Zaragoza tuvo lugar el pasado fin de semana la novena edición de la Reunión de Escaladores. El éxito fue total y asistieron deportistas de la comarca del Aranda, de Zaragoza, el País Vasco, Soria, Madrid, Teruel, Logroño, Navarra, Valencia e incluso del CAF de Pau. Fue organizada por el Club de Montaña Isuara y el albergue de Calcena.

Diego Quesada es uno de los responsables del albergue de Calcena. El zaragozano explica los orígenes de esta reunión. "Fue gracias a una veintena de escaladores de la comarca como Carmelo Torrijo, Jesús Cuartero, Carmelo Cuartero o Pili Capdevila. Después crearon el Club de Montaña Isuara". El albergue se volvió a abrir hace dos años. "Era un cuartel de la guardia civil y se reformó hace 20 años. Después estuvo cerrado ocho años. El primero que lo regentó fue Alberto Marín, un guía de montaña", dice.

Orígenes

Las primeras vías en Calcena se abrieron en los sesenta. "Los que más contribuyeron al equipamiento de la rutas de escalada fueron primero Alberto Marín y más tarde Carmelo Torrijo con Jesús Cuartero y Juan Nadal. Equiparon para sí mismos, porque por aquel entonces no venía nadie de fuera a escalar". En los últimos años se editó la guía titulada Escaladas en el lado oculto del Moncayo y Calcena empezó a ser conocido en toda España. A día de hoy la localidad cuenta con 350 rutas.

La escalada en Calcena es como en Morata de Jalón, de roca caliza. "En la parte baja es de un conglomerado peculiar y arriba la roca es más compacta, una escalada técnica de placa. La idea es que era una escuela de escalada sencilla. Hoy en día se equipan vías de dificultad de hasta séptimo grado. Una de las cosas más importantes es que queda un tercio por equipar. Tenemos cantidad de roca virgen", dice Quesada.

En este magnífico escenario se organizó la Reunión de Escaladores el pasado fin de semana. "El albergue colabora en la reunión montando determinados talleres para escaladores. Hicimos uno de pilates el sábado por la mañana y el domingo por la mañana otro de yoga y de equipamiento". Este último lo impartió el valenciano Juan Carlos Castaño. "Contaríamos con 40 asistentes. Realizamos una tertulia con escaladores clásicos como Jesús Yarza, Carmelo Torrijo y Quique Vallés y gente que está empezando. Se explicó el material que se usa para equipar", indica Quesada.

El broche de oro de la reunión fue el rancho que organizó el Club de Montaña Isuara el sábado por la noche. "Lo hizo Carmelo Torrijo. El ambiente fue excepcional para gente que tiene esta pasión por la escalada". También se realizaron actividades en la propia pared. "La vías que más se escalan en Calcena están en el sector Amelia con rutas de 35 metros. Este año se ha equipado cerca de la entrada a la Cueva Onda un sector con 42 vías entre los que está el primer séptimo de Aragón. Lo abrieron Guti y Willy", indica Quesada.

El albergue aprovechó la reunión para publicar un folleto con una actualización de los sectores nuevos. "El beneficio que se saca se destina para material de equipamiento y para seguir ampliando la escuela", explica Diego Quesada.

El albergue cuenta con 59 plazas y tiene servicio de bar y restaurante. Sus responsables son Diego Quesada, Rosa Roca, Israel Zapata e Iván Casuso. "El público que viene es muy diverso. Acuden escaladores, senderistas, aficionados a la bicicleta de montaña, cazadores, turistas o apasionados de la micología". Punto culminante para el albergue es la celebración de sus tres Calcenadas a lo largo del año. "Es la actividad que más repercusión tiene en la comarca y unas de las que más de la provincia. En cada una de ellas vienen más de mil personas", concluye Quesada.