Las estrellas de la NBA aparcan la competición y se van de fiesta. La celebración tiene lugar este fin de semana en Nueva Orleans, una ciudad a orillas del Mississippi que acogerá por tercera vez el All-Star, ya con el pulso recuperado y lejanos en la memoria los estragos que provocó el Katrina en el 2005, uno de los más destructivos huracanes que se recuerdan. También será la tercera aparición para Marc Gasol, instalado de nuevo entre los mejores de la Liga, integrante por mérito propio de esa pléyade de estrellas que encabezan Lebron James en el Este y Stephen Curry en el Oeste.

Marc Gasol ha recorrido el camino a su propio ritmo, siguiendo la estela de su hermano Pau, al que veía como un ejemplo cuando tenía solo 16 años y toda la familia se trasladó a Memphis en una aventura incierta de la que Pau salió triunfador. Aquel adolescente ha acabado trazando su propio camino para encontrarse con su hermano en la cima.

Ambos ofrecieron una imagen icónica para el deporte español en el salto inicial del All-Star de Nueva York del 2015, que ahora se prolongará en Nueva Orleans con el Partido de las Estrellas, la culminación de un intensa agenda que se inició la madrugada del viernes al sábado con el Partido de las Estrellas Emergentes, con presencia de Abrines, Willy Hernangómez y el exsevillista Porzingis, y que continuó anoche con la disputa de los concursos: el de habilidades, el de triples y el de mates.

«El All-Star de Nueva York fue un momento muy especial por muchas razones, me dejó momentos muy bonitos, que son irrepetibles, como que fue el primero al que acudió mi hija de 5 meses», explicaba Marc Gasol en una reciente entrevista con este diario. «El de Nueva Orleans tiene de especial que llega después de un año durísimo por la lesión en un hueso del pie. Se habían generado dudas y volver a un nivel alto, sin dolor y que me salgan bien las cosas, me enorgullece».

Renacido después de aquel episodio, del que se cumple ahora mismo un año, Marc Gasol ha recuperado su perfil de uno de los mejores pívots de la competición. Las dudas que podían existir sobre su regreso se han disipado por completo en una temporada en la que se ha reinventado y evolucionado sobre la pista.

Líder de los Memphis Grizzlies, con los que firmó en el 2015 un contrato multimillonario por 113 millones de dólares y cinco temporadas (unos 21 millones de euros anuales), el pívot de Sant Boi ha dado un paso adelante en anotación como le pedía su nuevo entrenador, David Fizdale, (anota 20,8 puntos, 6,2 rebotes, 4,3 asistencias) y se ha destapado con un nuevo recurso, los triples (lleva 77 con el 38,5% de acierto, cuando en sus ocho temporadas anteriores solo había anotado 12) que lo convierten también en una amenaza exterior.

El All-Star es otro paso en una trayectoria deslumbrante, la de una estrella que encarna la figura del antidivo, que vive un momento de plenitud tanto profesional como personal y que se ha presentado en Nueva Orleans después de conducir las seis horas y los 634 kilómetros que le separan de Memphis en su Tesla eléctrico, rompiendo esquemas. Una lección ecológica. Así es Marc.