La falta de resultados y de una reacción contundente del equipo desembocaron ayer en la destitución de Jota Cuspinera como entrenador del Tecnyconta Zaragoza, media temporada después de hacerse cargo del nuevo proyecto del club con un contrato de dos años. El conjunto aragonés ha ganado un partido de los últimos diez disputados, unos números insostenibles para cualquier técnico, y el equipo no daba señales de mejora dentro de la deriva de juego y resultados en la que vive instalado. El mensaje del entrenador ya no tenía resonancia en una plantilla alicaída y algo desconcertada.

El Tecnyconta decidió así echar a Jota Cuspinera unos días después de no aceptar su dimisión y de ofrecerle su máximo respaldo públicamente. El miércoles Salva Guardia aseguró que el club estaba «al 100% con Jota», el viernes Cuspinera se quiso marchar y la entidad convenció al entrenador de que continuara al frente del equipo y el domingo, tras la derrota en el Gran Canaria Arena, pensó que lo mejor era su adiós y empezó a trabajar en su salida. El acuerdo entre ambas partes se cerró en la mañana de ayer y fueron Pep Cargol y Sergio Lamúa quienes se hicieron cargo de los entrenamientos del equipo.

Cuspinera publicó anoche una carta para despedir su etapa en Zaragoza en la que la palabra más repetida era «gracias». El preparador vizcaíno recordó todos y cada uno de los nombres que le han acompañado en esta breve andadura por la capital aragonesa para agradecer su ayuda, fidelidad y apoyo durante este tiempo. «No ha podido ser pero estoy encantado. Debo confesar que me da pena no seguir en un proyecto en el que creí desde el principio y que me ilusiona. Sí, ilusiona, en presente, porque me seguiré sintiendo parte de él ya que representa mi ideal de baloncesto en el que conviven experiencia y cantera, la base del futuro», comenzaba su texto.

El exentrenador del Tecnyconta destacó que, entre otras cosas, en estos meses ha aprendido una palabra que le ha gustado. «De lo mucho que he aprendido en Aragón estos meses, me encanta la palabra reblar, cuyo significado me enseñó mi amigo Mugui (Sergio Lamúa). Eso es lo que os ha identificado como aragoneses y estoy convencido de que seguiréis apoyando este proyecto así, sin reblar». A continuación daba las gracias a los aficionados aragoneses, especialmente a los Inchas Lleons y a todos los que han acompañado al equipo en los desplazamientos, por su aliento y sus aplausos al técnico.

Después repasaba una por una a las personas que han formado parte de esta aventura. «Gracias Reynaldo por pensar en mí para esta aventura, nunca lo olvidaré. Gracias Savo y Salva por arroparme en cada momento», indicaba, para a continuación mencionar a todos y cada uno de los jugadores que han estado a sus órdenes, a los delegados, fisios, médicos y hasta al recién despedido preparador físico, así como al personal de oficina. Especial mención se llevaron Luis Arbalejo y Sergio Lamúa.

El proyecto que puso en marcha el club este verano no ha funcionado. Salva Guardia, en su primera actuación de estas características, optó por hacer tabla rasa y empezar prácticamente de cero también con la plantilla apostando, en teoría, por jugadores más aguerridos y luchadores. Aunque la pretemporada dejó muchas dudas la llegada de Gary Neal cambió la perspectiva y el equipo pareció tomar vuelo con cuatro victorias consecutivas al ritmo del escolta y de Sergi García. La salida del balear rumbo a Valencia rompió el ecosistema y el equilibrio del vestuario, además de dejar al equipo sin un jugador desequilibrante.

La crisis de resultados comenzó prácticamente a la par que su marcha. Sin él el Tecnyconta ha ganado uno de los nueve partidos disputados, uno de diez en total. Más allá de los resultados, el equipo ha parecido menos equipo cada día y se han ido quedando jugadores por el camino. El rendimiento de veteranos como Blums, Varnado o De Jong ha tenido muchos altibajos, cuando no ha descendido drásticamente. Sin Sergi, Barreiro dio un paso al frente y Suárez, uno atrás. También hay casos como el de Michalak, el mejor en la pretemporada al que no se ha encontrado un hueco durante la temporada, o el de Mazalin, muy verde todavía para la competición española, que suponen perder efectivos. Total, que el perímetro ha quedado descompensado y Cuspinera no ha encontrado la fórmula para sacar el mejor rendimiento a sus piezas.

La situación actual se inscribe en un contexto mucho más amplio de completa inestabilidad. El Tecnyconta cambia de entrenador por tercera temporada consecutiva y eso es consecuencia directa de no haber construido una estructura firme después de cerrar una exitosa etapa de siete años que solo falló al final. Tras el fallecimiento de José Luis Abós y la posterior salida de Willy Villar la entidad no ha encontrado aún el camino para reinventarse, teniendo en cuenta que su realidad económica es muy diferente ahora que entonces porque sus ingresos se han reducido de manera muy significativa.