Porfirio Fisac no hace cuentas. No mira si el domingo puede acabar sexto ganando al Joventut «porque la realidad es que no hemos ganado ese partido, hay que jugarlo», solo pide a sus jugadores que mantengan la cultura del esfuerzo y del sacrificio que han mostrado hasta ahora. Prevé, eso sí, un duelo complejo ante un rival que ha comenzado muy bien la competición. «Nos enfrentamos al sexto de la Liga y esto hay que saberlo ver como lo que es. Quitando un poco los cuatro que se están mostrando más sólidos, es el equipo que mejor baloncesto, que más entero, que más ideas y más claras ha tenido», señaló Fisac.

El técnico segoviano proclamó su filosofía, su manera de entender el baloncesto y su trabajo en el Tecnyconta. «Soy un chico de barrio, de Delicias, de Las Fuentes, de Torrero, soy un chico de barrio y me gusta que mis jugadores sean de barrio. Porque a este club le cuesta, este club es muy trabajador para conseguir el dinero cada día, es un club de esfuerzo. Y ese trabajo es el mismo que quiero transmitir. Cada partido nos ha costado un sacrificio importante, sacar cada partido nos cuesta mucho trabajo. No quiero que mi afición se engañe. No pienso en la clasificación sino en las doce o trece. Tengo un objetivo y ese objetivo es una obligación para mí y para mis jugadores. Cuanto antes lo logre antes tendré la posibilidad de abrir el abanico. Pero ahora mismo el sueño es estar despierto», indicó.

Fisac no quiere ir más allá de eso porque despegar los pies del suelo puede provocar un serio tropiezo. «La ACB no te perdona ni un error, no te perdona las ideas equivocadas, la ACB te hace pagar la prepotencia. Nunca seré capaz de decidir algo antes de jugarlo. Cada partido es un sacrificio máximo, no hemos ganado ni un partido cómodo, están teniendo una cultura de sacrificio grande y esa es la que quiero implantar. Este equipo tiene que tener ilusión, ambición, pero no nos olvidemos nunca que los que somos de barrio nos levantamos a las ocho de la mañana para ir a trabajar y nos acostamos a las ocho de la noche porque al día siguiente hay que ir a trabajar. El que quiera ser algo más, que lo trabaje, no solamente que lo sueñe. Que lo trabaje», señaló.

De momento Fisac está contento con el esfuerzo y el sacrificio de sus jugadores, si bien considera que todavía se puede mejorar en el juego. «El equipo ha adquirido ese grado de sufrir, en eso sí se parece a lo que quiero. En el juego todavía me falta fluidez pero creo que lo podremos conseguir. Nos está costando un poco más porque creo que el entrenador gana los partidos de lunes a sábado y los jugadores lo ganan los domingos», apuntó.

Pero la respuesta del equipo en el día a día también es óptima, según el técnico. «Habla muy bien de esta gente que llega un día Carlos y no juega, otro día Marc no juega, o un día Nacho juega poco. La ilusión que tengo el lunes de llegar a trabajar es que ellos están al 120% y el que no ha jugado aún tiene más ganas. Esto me están diciendo todos los días, coach, tranquilo, que estamos aquí para crecer. Esta sensación que tengo ahora mismo empieza a ser de poderío deportivo en cuanto a sacrificio. Y eso es lo que más me ilusiona. A ver si podemos llegar a tener la ilusión de jugar siete bien y poder ganar un partido cómodamente. El partido perfecto hay que buscarlo. No existe pero hay que buscarlo», subrayó Fisac.