La fiscalía de la Audiencia Nacional ha pedido al juez Pablo Ruz que admita a trámite la querella contra el presidente del Barça, Sandro Rosell, por el contrato de Neymar. El ministerio público sostiene que este acuerdo económico no es transparente y que puede ser constitutivo de un delito de apropiación indebida. Sin embargo, propone al togado que retrase la declaración de Rosell como imputado hasta que llegue nueva documentación.

El fiscal explica que el Barça contrató a la estrella brasileña por la cantidad de 57,1 millones de euros. En la documentación aportada por el club azulgrana consta que el 15 de noviembre del 2011 se firmó un contrato en Sao Paulo (Brasil) en el que el club manifestaba su intención de contratar al jugador en el 2014 cuando terminaran los derechos federativos de Neymar con el Santos.

"Mutación" de los contratos

Asimismo, se pactó abonar a la sociedad N&N 10 millones de euros en concepto de préstamo y una cláusula de penalización de 40 millones de euros. En junio del 2013 el jugador se incorpora al club. La fiscalía sostiene que entonces se llevó a cabo "una mutación" de los contratos. Además, el ministerio público le reprocha que en las cuentas del club "no aparece la cantidad concreta" que se ha pagado al astro brasileño.

Por ello, el fiscal considera que se ha podido cometer un delito de apropiación indebida porque se "trata en algún caso de contratos simulados". También mantiene que la contratación del jugador no ha sido "transparente o conforme a las normas internas de la sociedad en cuestión y las generales del derecho mercantil".

La fiscalía propone al juez que pida al Santos que le facilite los contratos de Neymar y su traspaso y que declaren como testigos los auditores del club. Rosell podrá ser parte en este proceso que se inició por la denuncia de Jordi Cases, que promueve una plataforma opositora.