Segunda jornada de la vista para determinar la pena que debe cumplir Oscar Pistorius, que hace un mes fue declarado culpable de homicidio por matar a tiros a su novia. Una trabajadora social privada llamada a testificar por la defensa ha asegurado este martes que el atleta ha entregado una ayuda económica mensual a la familia de la víctima desde que cometió el crimen. Sin embargo, los allegados de la fallecida, la modelo Reeva Steenkamp, presentes en el Tribunal Superior de Pretoria, han negado con la cabeza mientras rompían a llorar.

Anette Vergeer ha añadido que el velocista ha ofrecido más dinero a los Steenkamp, que según la prensa local atraviesan problemas económicos. Además, y al igual que otro trabajador social que declaró el lunes, ha recomendado que el deportista no ingrese en prisión y sea condenado a arresto domiciliario bajo supervisión de las autoridades penitenciarias, además de a la realización de trabajos comunitarios.

Cárceles no adaptadas

La experta, último testigo de la defensa, ha justificado su propuesta en la falta de infraestructura en las cárceles sudafricanas para personas discapacitadas como Pistorius, que tiene las dos piernas amputadas desde que tenía 11 meses por un problema genético. También ha mencionado como motivos la "vulnerabilidad", el "estrés" y la "ansiedad" que según ella sufre el corredor. En su opinión, la cárcel no serviría para "rehabilitar" al condenado, sino que solo "deteriorarían" el estado de "un hombre roto".

Pese a estos argumentos, el ministerio público se ha opuesto a una condena leve. El fiscal Gerrie Nel ha quitado incluso importancia al compromiso solidario de Pistorius con los niños discapacitados, en su voluntad de convencer al tribunal de que merece ir a la cárcel. Para un deportista, "no es nada original, es simplemente una etapa en su carrera", ha dicho, sugiriendo que sus labores solidarias solo respondían a una voluntad de alcanzar la fama y cumplir con sus patrocinadores.

Pistorius mató a tiros a Steenkamp a través de la puerta del baño de la habitación que compartían la madrugada del 14 de febrero del año pasado. La jueza Thokozile Masipa aceptó la versión del deportista, según la cual disparó al confundir a su novia con un intruso, y consideró que no podía prever la muerte de la persona que se hallaba en el retrete. Esta decisión evitó la condena por asesinato, pero no la de homicidio por actuar con negligencia. Las penas posibles a las que se enfrenta el velocista van desde una sentencia suspendida que lo dejaría en libertad hasta los 15 años de prisión.