La Fiscalía de la Audiencia Nacional se ha opuesto a excarcelar al expresidente del Barcelona Sandro Rosell, detenido el pasado mayo por blanqueo, ya que se enfrenta a penas graves que comportarían entre 6 y 9 años de prisión y podría fugarse a «un buen número» de países. En un escrito, los fiscales Vicente González Mota y María Antonia Sanz se oponen a la petición de la defensa de Rosell de salir de prisión y consideran que fue él quien precisamente ideó la mecánica de blanqueo de casi 15 millones de euros provenientes de la venta de derechos audiovisuales de 24 partidos amistosos de la selección brasileña.

Rosell alegó que no existe riesgo de fuga, ya que es una persona conocida «en cualquier parte del planeta» por su antiguo papel en el club azulgrana, un argumento que desechan los fiscales afirmando que el que sea «una persona conocida a nivel planetario no es una variable que pueda tener trascendencia a la hora de valorar sus posibilidades de fuga».

Los fiscales destacan que Rosell realiza el «grueso» de su actividad laboral en el extranjero, por lo que «no tiene un especial arraigo» en España, viaja de forma habitual y «dispone de parte de sus bienes fuera de España». «Sus actividades -afirman los fiscales- en Asia, África, China, Senegal y Qatar, la disposición de cuentas bancarias en el extranjero, la utilización de sociedades con formas jurídicas opacas ubicadas en territorios off shore, son todas circunstancias que acreditan un riesgo objetivo y cierto que solo la medida de aseguramiento personal adoptada (la cárcel) puede conjurar».

También existe el riesgo de que Rosell destruya pruebas, dado que la investigación se refiere a una operativa que afecta a varios países y la justicia aún no ha recopilado información de parte de esos territorios. Otra de las razones es la posibilidad de que vuelva a delinquir, en vista de que los investigados otorgan una total «normalidad» a su manera de proceder.