El despido de Lopetegui se acelera por momentos, el vasco mantiene un precario equilibrio entre las premuras del calendario, que le hacen al Madrid estar ya inmerso en la previa del partido de este martes en Champions ante el Viktoria Pilsen (21.00 h.), y la falta de un relevo de entidad. Mientras la opción de Antonio Conte se tendría que demorar hasta después del clásico, la prensa madrileña se debate entre Guti y Solari como relevos inminentes para paliar la mala dinámica deportiva.

Solari, que ha empatado este domingo en Vigo con el Castilla (1-1 con buen gol de Vinicius de falta directa en el tramo final), es la opción de la casa. Guti, que se marchó de la cantera blanca a ser segundo entrenador del Besiktas turco porque quería dar el salto a un banquillo profesional, se ha postulado en varias ocasiones para el puesto.

Sería una solución temporal, salvo resultados extraordinarios, hasta que llegue un entrenador de primer nivel o, ya en verano, se aborde de nuevo el fichaje de Mauricio Pochettino, técnico del Tottenham, el gran deseado tras el adiós de Zidane.

Se demoraría algo más la alternativa de Antonio Conte, que es la que cumple el perfil de entrenador que se buscaba en verano, con experiencia y resultados satisfactorios en equipos grandes: con la Juventus, la selección de Italia y su primera temporada en el Chelsea.

El italiano, que promulga una doctrina de fútbol alejada de los preceptos de Lopetegui, con un carácter más férreo y exigente con sus jugadores; supondría el enésimo bandazo en la política deportiva del club. Mientras que el actual entrenador del Real Madrid se deshace en elogios al trabajo de todos y cada uno de sus jugadores, Conte tiene en su historial diversos enfrentamientos con sus jugadores, a los que tiene fama de exigir hasta el límite. Lopetegui ha adolecido de esa personalidad arrolladora que alinea a sus jugadores entorno a la idea con la fe un cruzado que marchaba hacia Jerusalén en el siglo XII.

LOPETEGUI SOBREVIVE EN LA CUERDA FLOJA

Aunque Lopetegui sobreviva al fin de semana y dirija al equipo en Champions, salvo una restauración histórica de la moral, el juego y los goles ante el Barcelona en el Clásico (victoria entre semana mediante) su futuro en el banquillo del Real Madrid está sentenciado. Sin esperar una temporada excelsa, teniendo en cuenta las circunstancias, el club aspiraba a que el técnico sacara más rendimiento de esta plantilla, además de más protagonismo de Vinicius.

El revolcón en Sevilla, apaciguado por un empate en el derbi más sobrio que brillante, marcó una tendencia agravada en Vitoria, Moscú y, este domingo, en casa ante el Levante. Tres derrotas que han dilapidado la confianza en el plan de Lopetegui.