Después de dos semanas de prestado en el recinto municipal Alberto Maestro, las chicas del Club Escuela Waterpolo de Zaragoza regresan a la piscina de Bomberos, el verdadero escenario de sus éxitos. Allí lograron el ascenso, hace unos meses, a la División de Honor, máxima categoría del waterpolo nacional, con un equipo joven --procedente, en su totalidad, de la propia cantera-- y un presupuesto mínimo aportado por las jugadoras. Esta temporada contarán con la aportación económica del ayuntamiento de la ciudad --unos 4 millones de pesetas--. Por contra, el departamento de Deportes del Gobierno de Aragón aún no ha concretado su ayuda, remitiendo a la convocatoria de subvenciones, ni tampoco ha aparecido ningún patrocinador privado.

Esta ampliación de capital disponible permitirá un cierto desahogo para el equipo zaragozano, aunque las jugadoras no recibirán un sueldo como profesionales. "Por lo menos, esperamos que este año no les cueste dinero jugar", confía el entrenador, Francisco Orizo. Sin embargo, la ayuda económica no evitará algunos obstáculos. "Hacemos natación en la piscina de Bomberos, pero para el trabajo físico debemos desplazarnos al Centro Aragonés del Deporte. No sé hasta cuándo aguantarán las chicas. Con la ilusión se puede superar todo, pero tenemos que solucionarlo a largo plazo", considera el entrenador, quien, una vez atravesado el ecuador de la pretemporada, ha decidido intensificar el esfuerzo y aumentar la duración del entrenamiento hasta las tres horas, además de incluir como novedad ejercicios aeróbicos para que sus jugadores se adapten con mayor facilidad al salto de nivel que van a afrontar en el nuevo curso deportivo.

Trofeo Ciudad de Zaragoza

El equipo continuará con su preparación hasta el comienzo de la Liga el 23 de octubre, cuando visitará la piscina del Moscardó. Antes, el 2 del mismo mes, la Escuela ha organizado el trofeo Ciudad de Zaragoza, un cuadrangular que servirá de presentación oficial y en el que participarán el Burdeos (segundo mejor equipo de Francia), La Latina, Mediterrani y Sabadell. "No quiero rivales de nuestro nivel, prefiero que sean más fuertes", explica Orizo. En la mente del técnico sólo aparece una fecha de manera obsesiva: "El 13 de noviembre recibimos al GEiGE de Gerona, recién ascendido como nosotros. Y esos tres puntos de la victoria nos vendrían muy bien de cara a la permanencia", asegura el técnico zaragozano.