Los responsables de las escuderías del Mundial de F-1 han decidido boicotear los grandes premios europeos si la Unión Europea no les exime de la nueva orden de detención y entrega, que facilita a los jueces la extradición rápida, de un país a otro, de los implicados en caso de delitos graves. Los equipos temen que esa orden, adoptada por ocho de los quince miembros actuales de la UE, permitirá a los jueces encarcelar, de forma inmediata, a los responsables de las escuderías que se vean implicadas en accidentes mortales.

La nueva normativa europea, con rango de ley y adaptada ya por España, Bélgica y Gran Bretaña --Francia, Alemania e Italia lo harán proximamente--, entró en vigor el pasado primero de enero. La Eurorden permitirá a un juez solicitar, por ejemplo, la detención de un jefe de equipo de F-1 o ingeniero cuyo piloto hubiera sufrido un accidente y fallecido; o que en el incidente hubiese muerto un comisario de pista o, incluso, un espectador o bombero, como en Australia hace dos años.

PETICION DE MOSLEY "No pretenden librarse de sus responsabilidades, ni eludir la justicia", señaló ayer a la BBC el inglés Max Mosley, presidente de la Federación Internacional del Automóvil. "Pero ellos no quieren ser detenidos tras el accidente o, incluso, entrar en prisión preventiva". Es por ello que los equipos exigen para correr que los gobiernos de los países europeos donde se disputa un gran premio --Italia, España, Alemania, Francia, Inglaterra y Bélgica-- no les aplicarán esa normativa.

"Los equipos parecen no entender que las leyes son intocables", señaló a EL PERIODICO uno de los responsables del Gran Premio de España. En la mente de las escuderías ha quedado grabado el proceso judicial en el que se vieron implicados el director técnico de Williams, Patrick Head, y el antiguo jefe de diseño de ese equipo, Adrian Newey, tras la muerte de Senna en el Gran Premio de San Marino de 1994. Fueron exculpados, pero ahora la Corte Suprema de Italia ha reabierto el caso.