El alemán Michael Schumacher, que ya ha sumado a su palmarés el séptimo campeonato del mundo de fórmula 1, dedicó parte de la jornada de ayer a jugar a los bolos y al fútbol, como la mayoría de pilotos que debían disputar el Gran Premio de Japón. El tifón Ma On, que obligó a suspender los entrenamientos oficiales del sábado, desvió la trayectoria que lo llevaba hasta Suzuka y que hizo plantear la suspensión. A última hora de la tarde de ayer se volvió a rodar en el circuito de Honda, aunque los sesiones de clasificación se tuvieron que trasladar a las horas previas de la carrera con Fernando Alonso entre los favoritos.

El tifón quedó en una intensa lluvia y no causó grandes problemas ni a los pilotos ni a la población de Suzuka y la fórmula 1 pudo recuperar algo de la normalidad en la jornada de ayer para salir hoy a la pista sin mayor problema que el de desconocer las posiciones que ocuparán los pilotos en la parrilla de salida. De esta forma, la jornada de hoy se iniciará con una sesión de entrenamientos para dilucidar el orden de salida final y, a continuación, tendrá lugar la carrera.