El Real Madrid, otra vez con bastantes apuros y con más sufrimiento del esperado en un principio, como suele ser habitual esta temporada en el Bernabéu, donde no conoce la derrota y sólo concedió un empate al Valencia, sumó tres puntos que le sirven para fortalecer su candidatura al título de Liga tras las derrotas del equipo valenciano y el Depor.

El equipo blanco volvió a pasarlo mal en casa, pero de nuevo sacó partido de su enorme poder ofensivo, y del extraordinario momento de forma que vive Iker Casillas, para remontar un gol del Celta, que fue quien golpeó primero.

El Real Madrid encaró el duelo tras recibir la buena noticia del revés sufrido por el Valencia en Montjuic. Los hombres de Carlos Queiroz tenían mucho que ganar en el envite. Los de Radomir Antic, mucho que perder. Durante la primera mitad, las ansias del pobre por sobrevivir pudieron más que las ganas del rico por acomodarse en la zona privilegiada de la clasificación.

PRIMER TIEMPO VIGUES El Celta ganó la pelea con autoridad en el primer acto y desde el arranque comenzó a crear ocasiones de gol con inusitada facilidad. Ilic y Edú tuvieron las primeras ocasiones y el buen trabajo vigués tuvo recompensa en el minuto 18, cuando el ariete balcánico marcó en un córner.

El Real Madrid ofreció un primer tiempo para olvidar. Parecía que el frío de Múnich aún tenía ateridos a los jugadores del equipo blanco. Se movieron prácticamente al ralentí. Jugaron andando, tal vez demasiado confiados, convencidos de que podrían cambiar el rumbo del partido en cualquier momento con un simple acelerón.

RONALDO APARECE Sin embargo, Ronaldo, ya tras el descanso, se encargó de recordar que siempre está, aunque no lo parezca, y equilibró la balanza en el minuto 55, al aprovechar un rechace de Pinto tras un remate de cabeza de Beckham. Llegó después el turno de Casillas, con una gran intervención a los pies de Milosevic y, después de perdonar, el Celta lo pagó caro, porque con el Real Madrid enrabietado en busca del triunfo, un remate de cabeza de Zidane significó el 2-1 (m.64) y un disparo cruzado de Figo (m.71), tras un pase en profundidad de Beckham, fue la sentencia casi definitiva para el choque.

El Celta vio alguna pequeña ilusión con el tanto de Milosevic sobre la bocina, en la tercera ocasión que tuvo ante Casillas, pero Zidane no tardó en apagar la esperanza viguesa y reafirmar el liderato blanco en Primera División.