Como ya sucediera en la edición de 2002, Marta Fraga alcanzó la final del Nacional absoluto pero vio cómo su rival se proclamaba campeona. Entonces fue la canaria Marta Marrero; ayer, la catalana Laura Pous. Lo hizo en menos de una hora y media de partido, tiempo suficiente para ganar por 6-2 y 7-5 en la pista central del Club Internacional de Majadahonda (Madrid).

Pous, tercera cabeza de serie del torneo, no dio un segundo de respiro a Fraga y comenzó el encuentro rompiéndole el primer servicio en blanco. Era un aviso de lo que le esperaba a la exjugadora del Stadium Casablanca. Su agresividad tanto con el drive como con el revés a dos manos, que buscaban continuamente la línea de fondo, y un saque sólido llevaron a la catalana a apuntarse la primera manga ante la impotencia de Fraga. "Esta vez también se me ha escapado la final, pero confío en que el año que viene pueda jugarla otra vez y ganarla", deseó la tenista zaragozana, de 19 años y que pertenece al Grupo de Competición que la Federación Española de tenis prepara en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat .

En el segundo set, la aragonesa trató de cambiar su táctica y dio altura a sus golpes para restar fuerza a los de su contrincante. Aunque con los mismos apuros que en el periodo anterior, Fraga logró llegar al 5-5, rompiendo a Pous su servicio para ganar el partido. Sin embargo, la catalana le pagó con la misma moneda y ganó los dos siguientes juegos para alzarse con el título, necesitando sólo dos bolas de partido.

Al término del choque, Fraga reconoció que empezó el partido "muy nerviosa. Ella pronto se puso con 3-0 a favor. Jugó muy bien, metió muchas bolas a las líneas y el primer set se me escapó antes de lo previsto. En el segundo jugué mejor. Aunque también perdí el servicio en el primer juego, conseguí igualar a cinco. Tuve dos bolas para el 6-5, pero no las aproveché y ahí se me fue el partido", explicó.