A Fran Vázquez el sábado se le quedó redondo y feliz. Ha tenido tardes y noches gloriosas a lo largo de su dilatada carrera deportiva y ahora que se acerca el inevitable final sigue superándose, logrando hitos y haciendo historia. Y mientras tanto, continúa ayudando a que el Tecnyconta Zaragoza cumpla sus objetivos.

Ante el Gipuzkoa Basket se convirtió en el noveno máximo reboteador de la Liga Endesa gracias a sus 10 capturas durante el partido y fue el sostén del equipo cuando faltó veteranía y saber estar cuando más complicado estuvo el encuentro. Su aportación, tanto en números puros como en el juego, fue clave en el final feliz de Illumbe. Hito, victoria y jugador con más valoración del partido. Nada mal.

El pívot gallego suma 2.730 rebotes en la ACB y subió al noveno lugar de la clasificación histórica al superar por solo uno a Larry Micheaux. Además, está a tiro del octavo, que es Mike Smith con 25 capturas más que Fran Vázquez (2.755). Es el segundo máximo reboteador en activo tras Felipe Reyes, que es inalcanzable y el que lidera la lista (4.624). Segundo es Granger Hall (4.292) seguido de Carlos Jiménez (3.526), Claude Riley (3.033), Juan Antonio Orenga (2.933), Arvydas Sabonis (2.904) y Bernard Hopkins (2.806).

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Sus 10 rechaces capturados fueron claves para el triunfo del Tecnyconta Zaragoza. El partido se complicó en exceso por los errores propios, la falta de mordiente y carácter para cerrar el partido y por la escasez de movilidad e ideas en el juego. El Gipuzkoa sobrevivió, creyó en el triunfo y estuvo a punto de lograrlo.

Emergió Fran Vázquez para forzar la prórroga, pero su influencia fue de vital importancia durante todo el choque. Sostuvo al equipo aragonés con palmeos, intimidación, defensa y puntos, una faceta en la que no suele destacar. Después en la prórroga el choque lo venció principalmente Stan Okoye con su aportación anotadora, pero a ese punto no se hubiera llegado sin el pívot. El Tecnyconta no buscó la superioridad en el juego interior de forma asidua, pero Vázquez consiguió sumar debajo del aro. Cogió cuatro rebotes ofensivos y terminó el choque con 15 puntos.

Fue un ejemplo de liderazgo, de poso y tranquilidad en momentos claves. La falta de un referente tras la lesión de McCalebb y la desaparición de Okoye durante el encuentro hasta el tiempo extra propició que los veteranos del equipo dieran un paso al frente. Seibutis se echó el equipo a la espalda y Berhanemeskel también lo intentó, pero no terminó de ser el faro del equipo. Fran Vázquez estuvo en un segundo plano, con la cabeza agachada y trabajando, sumando y sosteniendo al equipo aragonés. Y al final, fue el más destacado del equipo. Un veterano de lujo.