La entrada de Griezmann en el segundo tiempo en sustitución de Giroud y la reubicación de Benzema como delantero centro pusieron en orden las ideas de la selección francesa, que de haber estado gravemente expuesta pasó a dominar completamente la situación a raíz de un grave error del portero nigeriano, Enyeama, que puso en bandeja el primer gol, obra de Pogba. El segundo lo marcó en propia meta Yobo para abrir de par en par a los bleus las puertas de los cuartos de final.

Hasta el cambio de rumbo que supuso la incorporación al juego del extremo de la Real, Nigeria había amenazado con protagonizar otra de las sorpresas del Mundial ante un rival muy alejado del brillante despliegue realizado en la primera fase del campeonato. Lo que en principio iba a resultar una tarea más o menos sencilla para los de Deschamps se fue complicando a medida de que el conjunto africano atascó al francés y creció hasta creer en sus posibilidades, apoyado en la dirección de Mikel, la actividad de Moses y las llegadas de Odemwingie.

Si en el primer tiempo el árbitro anuló un gol a Emenike por un fuera de juego justito, en el inicio del segundo la preocupación gala se multiplicó con las ocasiones producidas por los atacantes nigerianos. Pero salió Griezmann y no tardó en conectar con Benzema, quien comenzó a encadenar oportunidades. Enyeama falló en un córner y sirvió en bandeja el gol al mediocentro de la Juventus (m. 79). Quedó fundida Nigeria, el meta del Lille evitó un nuevo tanto en un zurdazo de Griezmann, pero no pudo evitar el de Yobo.