La selección francesa cumplió los pronósticos y se clasificó para jugar la final del Mundial 2017, que se está disputando en el país galo. El conjunto de Dinart se impuso sin grandes problemas a Eslovenia (31-25) en un partido que dominó desde los primeros compases. Estimulados por la ruidosa grada del Arena de Bercy abarrotada de 15.000 entusiastas, los franceses capitaneados por Nikola Karabatic demostraron la misma superioridad que les ha permitido plantarse invictos en la final.

Con la plata asegurada, los galos solo tienen ahora que esperar a su rival, que saldrá del duelo de esta noche (20.45 horas, Teledeporte) entre Croacia y Noruega y que será el último obstáculo para que la generación de Karabatic sume un oro mundial en su terreno.

Como sucediera en 2011 y en el mismo escenario, apenas remozado, los hombres de Didier Dinart buscarán el sexto título mundial de su carrera con la determinación con la que derrotaron a una Eslovenia que solo pudo anteponer entusiasmo. Aún es joven la selección del montenegrino Vaselin Vujovic y su aventura francesa ­—a la que le falta el duelo por el bronce— les servirá de base para un futuro que se antoja glorioso.