Francisco Rodríguez, entrenador de la SD Huesca, analizó ayer después del partido la superioridad del Athletic de Bilbao en el feudo azulgrana. «Nos han ganado en todo y han sido mucho mejores que nosotros», explicó después de cosechar otra goleada en apenas una semana. «Al final ha sido un trago amargo y un día triste con el 0-4. Nos ha venido muy mal, nos vamos tocados y no nos viene bien a 48 horas de un partido como el del Real Madrid», continuó.

La falta de actitud sobre el terreno de juego es un nuevo lastre para el técnico, que se une a la dificultad para anotar y la facilidad con la que la defensa cede oportunidades a los equipos rivales para adelantarse en el marcador. Ayer, después de la dura derrota, el almeriense destacó que sus pupilos estaban «mal», y aseguró que tocaba levantarse para comenzar a preparar a partir de hoy el trascendente choque de Liga ante el Real Madrid, y centrarse tal y como lo están haciendo hasta ahora.

«La moral no es buena de por sí ahora mismo en el vestuario, y un resultado así te puede hacer daño pero somos profesionales y tenemos que levantarnos cuanto antes e intentar revertir la situación», reiteró el entrenador del Huesca.

Uno de los capítulos de este funesto encuentro fue los silbidos por parte de su público que recibió el guardameta argentino Axel Werner después del segundo gol de Aritz Aduriz. Francisco comentó que era normal que los aficionados mostrasen su disconformidad pero que era una pena que silbaran al portero porque eran «todos» los responsables e incluso llegó a explicar que él también había estado mal.

No obstante, a pesar de los malos resultados que ha cosechado el equipo desde su aterrizaje en el banquillo oscense, el preparador andaluz declaró que se encuentra con la fuerza necesaria para continuar al frente del buque azulgrana mientras goce del apoyo de sus jugadores.