«Estamos acostumbrados a estas situaciones porque nos pasó contra el Real Madrid y en el anterior partido y en el anterior. Es muy injusto. El equipo es competitivo y tiene ganas de ganar, pero ni con eso nos vale», lamentó Francisco tras el empate de su equipo, añadiendo que la moneda «siempre cae para el otro lado» pero que, a pesar de eso, estaba «súper orgulloso» de su equipo.

Tras este resultado considera que cada día es «más difícil» la situación del Huesca pero advirtió de que son «profesionales» y de que hay «mucha gente detrás». «No podemos bajar los brazos y vamos a dar todo lo que tenemos para llegar a la última jornada vivos», apostilló. «Nos levantaremos para competir el domingo contra el Levante».

Igualmente apuntó que era un partido que debían ganar «sí o sí» y que habían hecho todo lo que había que hacer para vencer pero que habían cometido algún error que les había costado el tercer gol y que, aún así, habían tenido en el minuto 94 la ocasión que les hubiera empujado hacia la salvación. «A pesar de esto no puedo reprocharle nada a mi equipo. Ahora hay que levantarse, aunque el fútbol esté siendo injusto con nosotros, pero es lo que nos toca vivir y hay que seguir», destacó el técnico del Huesca.

El preparador andaluz se negó a «pensar en oscuro» y aseguró que solo apunta su mente hacia el encuentro del próximo domingo contra el Levante para intentar ganar los tres puntos en juego. Francisco resaltó que había sido un partido en el que ambos conjuntos habían tenido ocasiones de gol pero que el altoaragonés había dispuesto de varias «bajo palos» y que creía que el mejor jugador del partido había sido el portero del conjunto celeste, Rubén Blanco. «No puedo recriminar a nadie que falla bajo palos, veo la ambición que tienen para ganar. No nos llega, pero seguimos», señaló el técnico. El fin de semana llega otra gran final para el Huesca.