Expulsado. Así dijo Francisco que debía haber terminado el partido de ayer. Y que si no lo hizo quizá fue por «algo». No se aventuró a decir por qué, pero se intuía que era por la mala conciencia del árbitro Estrada Fernández. «Si no me han expulsado hoy es por algo y me han dejado hasta el final. Lo normal es que me hubieran echado». El entrenador del Huesca, muy afectado, conteniendo su enfado, pidió explicaciones al colegiado, no por la conceder el gol, sino por aplicar el VAR cuando había sonado un pitido que anulaba la acción y que llevó a la defensa a no interferir en el lanzamiento que supuso el gol de Boateng. «Los jugadores han visto al línea con la bandera levantada y se ha oído un pitido que lo que no sé es si era del árbitro», añadió el técnico.

Francisco no ocultó su decepción, ni tampoco que el equipo realizó un partido muy completo, un monólogo ofensivo, en el que él contabilizó 35 ocasiones. «Esta estadística es difícil de ver en Primera. Me duele que hayamos sido tan superiores en todo y que nos vayamos con un punto. Pienso que algún día nos tocará ganar pero tenemos que levantarnos y seguir luchando».

El entrenador andaluz del conjunto altoaragonés no entró a comentar en profundidad las razones por las que no convocó a Semedo y a Longo, aunque sí subrayó que están jugando aquellos que «más se lo merecen».

Los jugadores del Huesca salieron afectados de El Alcoraz por la decisión arbitral y por no haber podido amarrar una victoria. «Estamos enfadados, fastidiados. Teníamos tres puntos merecidísimos casi en el bolsillo y no puede ser. Ha habido decisiones en las que se han equivocado, que nos han perjudicado. No sabes qué más tienes que hacer para ganar un partido», comentó Ferreiro.

La desilusión no hizo olvidar el recuerdo de un buen partido, que debe ser la trayectoria hacia la esperanza de la permanencia. «Hemos hecho un partido perfecto. Tuvimos el mando desde el principio, teniendo muchísimas ocasiones que al final no entraron. Y ellos con cinco te hacen dos goles. Hay que seguir luchando y ganar esa confianza que creo nos falta», finalizó el gallego.