Los brotes verdes que el conjunto azulgrana mostró en el Sánchez Pizjuán demostraron que los jugadores de Francisco comienzan a asimilar las instrucciones del nuevo técnico para convertirse en un equipo valiente y lograr definir una identidad de juego. Es el principal objetivo del almeriense desde que aterrizó.

Más allá de la buena impresión que causaron los azulgranas sobre el verde sevillano, la realidad indica que el Huesca necesita reencontrarse con la victoria. Este domingo tiene una oportunidad perfecta ante el Getafe. Una cita en la que el delantero argentino Chimy Ávila será una importante baja en el ataque. El pasado jueves, el ariete sufrió un golpe que le produjo una inflamación con derrame articular en su rodilla derecha. Ayer, el club comunicó que, después de hacerle las pertinentes pruebas médicas, no se apreció una lesión de estructuras intraarticulares. Asimismo, informó que el jugador realizará un tratamiento médico-fisioterapeutico hasta que esa inflamación disminuya. Por su parte, Gonzalo Melero continúa al margen de sus compañeros realizando tratamientos de recuperación de su pubalgia.

GETAFE, PRÓXIMO RIVAL

Francisco quiere aprovechar que la Liga regresa a casa para poder comenzar a «hacernos fuertes». «A mí no me gusta dejarme llevar por las sensaciones, porque no te dan puntos. Para mí lo importante es el trabajo y el seguir confiando en lo que estamos haciendo. Solo pensamos en competir, en sacar tres puntos muy importantes y que se vea lo que hemos preparado», explicó el andaluz.

El Getafe es la próxima escuadra que visitará el estadio azulgrana. El cuadro de José Bordalás es octavo en la tabla con 15 puntos, a tan solo uno de los puestos de Europa League. «Es un equipo que compite al máximo, que disputa cada balón como si fuera el último y que tiene futbolistas de calidad», afirmó.

El técnico también destacó la dulce situación que atraviesan los madrileños. «Están en un momento fantástico, y nos van a exigir al máximo. Hemos preparado bien el partido durante la semana para contrarrestar sus virtudes y ser nosotros mismos. Tenemos que asumir la iniciativa y sacar provecho de ello. Hacer nuestros deberes defensivamente y, luego, buscar a los jugadores que tenemos arriba, que son tan buenos como los de ellos», apuntó.

El tópico indica que la esperanza es lo último que se pierde, y Francisco confía en que sus pupilos saquen los tres puntos al calor del hogar. Uno de los mayores pecados que pueden lastrar a los oscenses es la ansiedad por obtener un resultado positivo que les permita volver a mirar hacia arriba. El preparador del Huesca ve capacitado a su plantel para sobreponerse a la necesidad y demostrar su potencial. «La ansiedad, si aparece, la tenemos que saber manejar. No nos tiene que perjudicar juguemos contra quien juguemos. Hay que salir a por el partido y llevar la iniciativa. Además veo al equipo cada día con más ilusión por ganar y esas ganas tenemos que encauzarlas al juego sin precipitarnos», concluyó el azulgrana.